PUNTO DE DECISIÓN
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2024-11-07 03:00:00
Pero este pueblo tiene corazón falso y rebelde; se apartaron y se fueron.
Jeremías 5.23
El Altísimo ama a la humanidad, por eso no quiere que nadie se pierda (1 Timoteo 2.3-4). Así que preste atención a Dios y no posponga su ida al Reino de los Cielos. Si se cierra la puerta, no se volverá a abrir (S. Mateo 25.1-13). La esclavitud por la que pasaría Judá aún no era definitiva, como tampoco lo era el caos en aquella tierra. Sin embargo, las decisiones del Señor nunca serían revocadas. Una buena actitud es meditar en la Palabra para no perder la salvación.
Un corazón rebelde nunca se someterá al Padre celestial, mientras que uno fiel se centrará en un cambio radical en sí mismo y en su familia. Pues fuisteis rebeldes a mi mandato en el desierto de Zin, en la rencilla de la congregación, no santificándome en las aguas a los ojos de ellos. Éstas son las aguas de la rencilla de Cades, en el desierto de Zin. (Números 27.14). La rebeldía puede influir en nuestro futuro en el Cielo. En el caso de Moisés, por no hacer caso a las órdenes del Señor, ¡no entró en la Tierra Prometida! (Números 20.8-13).
Los reyes de Judá no aprendieron de los de Samaria, porque también ellos hicieron lo que era malo a los ojos del Todopoderoso. Su perdición era segura, como la del pueblo que ya no servía a Dios. Nunca sospecharon que su país pronto perdería el propósito de Dios, que los había convertido en un pueblo liberado. Israel se volvió servil al diablo. Misericordia. El pueblo de Judá podría haber revertido la sentencia volviéndose al Altísimo, pero no quiso.
En todas las épocas y naciones, hay personas que actúan así. Algunos aman realmente a Dios, pero otros se entregan al encanto de las riquezas, a las preocupaciones de la vida y a la ambición de cosas que nunca les satisfarán. En nuestro tiempo, dentro de las Iglesias más sólidas del Evangelio, hay personas de este tipo, siempre envueltas en un sinfín de problemas. Sin embargo, desde el momento en que se arrepientan, confiesen sus pecados y oren, serán ayudados (Proverbios 28.13).
Muchos son verdaderas bendiciones para ellos mismos, para sus familias y la iglesia. Incluso cuando no hay revelación del Señor, son obedientes y perseverantes en lo que quieren recibir de Dios. Los que perseveran en lo que les concierne se convierten en un ejemplo para los demás y se esfuerzan por agradar al Padre. Por otro lado, los rebeldes son la vergüenza de los salvados y pagarán un alto precio por sus errores.
Moisés nos advirtió sobre los que se mezclaban entre los salvados para sacarlos de la presencia de Dios y llevarlos al abismo: Tal profeta o soñador de sueños deberá morir, por cuanto aconsejó la rebelión contra Jehová, vuestro Dios, que te sacó de tierra de Egipto y te rescató de la casa de servidumbre, y trató de apartarte del camino por el cual Jehová, tu Dios, te mandó que anduvieras. Así apartarás el mal de en medio de ti. (Deuteronomio 13.5). ¡Este individuo se ha vuelto anatema!
El rebelde se convierte en reo de muerte eterna, porque se ha metido entre nosotros para hacerse daño. En tiempos de Jeremías, un ciudadano llamado Hananías se hizo llamar profeta y recibió esta condena: “Yo te quito de sobre la faz de la tierra; en este año morirás, porque has hablado rebelión contra Jehová.”» (Jeremías 28.16). No juegue con Dios, sino complázcalo, porque Él es santo y celoso.
En Cristo, con amor,
R. R. Soares
La Oración de Hoy
¡Dios de justicia y Verdad! Es inaceptable que alguien haga conjeturas sobre Tu obra y se salga con la suya. Tu Reino es real, ¡no un teatro de mentirosos que juegan con la fe de los que Te buscan y hacen Tu voluntad!
Estamos tratando con el futuro de millones de personas que están desesperadas porque no están seguras de cómo actuar para alcanzar la vida eterna en Tu Reino. Así que ayúdanos a enseñar solo la Palabra. ¡De esta manera no seremos condenados!
Gracias por salvarnos de la perdición e instruirnos para hablar solo la Verdad. Tu Espíritu es el de la Verdad. Tu pueblo Te busca y desea encontrarte para ser feliz por siempre. ¡Guía nuestras almas hacia Ti!