ALEGRÍA DEL PADRE

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2024-02-04 03:00:00

Los proverbios de Salomón. El hijo sabio alegra al padre, pero el hijo necio es la tristeza de su madre.


Proverbios 10.1

En este versículo, se hace referencia al Señor como nuestro Padre, cuya alegría es ver a Sus hijos actuar con sabiduría. Estamos en el mejor momento de la Tierra, porque Jesús vino y nos liberó de la esclavitud de Satanás, conduciéndonos a la libertad (Colosenses 1.13). Ahora, para ser verdaderamente libre del sentimiento de indignidad, basta con que una persona oiga la Buena Nueva y acepte a Jesús como su Señor y Salvador (Hechos 3.19).

Ser sabio es rechazar todo lo que viene del enemigo, vivir lejos de los pecados de la carne y dar un ejemplo digno al resto de nuestros hermanos en Cristo, para que el mundo no conozca el escándalo (1 Timoteo 1.12-16). El siervo fiel y bueno multiplica sus talentos, perdona a los que le ofenden y lleva a la luz a los que están en tinieblas, como dice la Biblia: »¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, al cual puso su señor sobre su casa para que les dé el alimento a tiempo? (S. Mateo 24.45).

Como acabamos de ver, tenemos la obligación de mantener nuestra casa, de la cual el Señor nos ha hecho sostén de la familia. No basta con ser un buen padre de familia que suple las necesidades del hogar, va a la iglesia con regularidad y lleva a sus hijos a la casa de Dios. Los verdaderos siervos saben que deben preparar la comida para los de su casa. Debemos ser pacientes con los débiles en la fe que viven con nosotros.

El Altísimo sigue llamándonos a salir de las garras del enemigo y hacer la voluntad de Dios, que es superior a la nuestra. Esto no deja cicatrices en nuestras almas. El lenguaje del Señor es dulce, amable y perfecto. Actuando como Él, aprendemos a ser sabios: El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo le amaré y me manifestaré a él" (S. Juan 14.21). ¡Haga usted lo mismo!

¿Quién es el hijo necio? La necedad, en el contexto de Proverbios, significa despreciar el consejo divino y vivir como enseñan los perdidos (Efesios 4.17-32). ¿Quién es nuestra madre? La Iglesia, donde aprendemos a agradar al Padre. Ahora bien, si vamos por caminos torcidos y no nos volvemos a Cristo, seremos considerados necios, porque sin Jesús no haremos nada bueno. Es triste, ¡pero hay quienes eligen estar lejos del Señor!

Nadie comete mayor locura que quien niega la existencia de Dios y declara que todo existe desde la creación. Pero, ¿quién creó todo con tanta perfección? ¡Sin duda es el Altísimo! Él lo ordenó así, y Jesús, el Verbo de Dios, entró en acción: Todo fue hecho por medio de él, y sin él nada de lo que ha sido hecho fue hecho (S. Juan 1.3). La Iglesia se entristece cuando un hijo se desvía. ¡Ore!

Vinimos al mundo con un propósito bien definido por el Omnisciente (2 Timoteo 1.9). Somos lo mejor que se podía hacer para vivir en estos días de tribulación. Por lo tanto, tenemos que hacer feliz a nuestro Padre celestial y no entristecer a la Iglesia actuando como imprudentes. Los sabios siguen acudiendo al niño que nació en Belén de Judá para pagar el precio de nuestra redención. ¡Ámelo!

 

En Cristo, con amor,

 

R. R. Soares


La Oración de Hoy

¡Dios de nuestra sabiduría! Te damos gracias porque usaste a Salomón para escribir los proverbios. Tu Palabra nos ilumina y nos libra de las cosas malas de la vida y, sobre todo, de las obras peligrosas y malignas del diablo. ¡Creemos en Tu Palabra y Te amamos!

 Queremos ser hijos sabios, regocijándonos en Tu vida, que se originó en Ti. Tu presciencia ha planeado nuestra existencia al detalle, ¡y Tus estatutos nos mantienen sanos y libres para obedecerte!

No queremos ser la tristeza de nuestra madre, la Iglesia. Para nosotros, nada es mejor que estar en Tu verdadera voluntad. Que nuestras decisiones sean siempre firmes en todo lo que viene de Ti. ¡Perdónanos y concédenos Tu unción y sabiduría!