CREADOS PARA BUENAS OBRAS

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2025-05-11 03:00:00
Pues somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas.
Efesios 2.10
Una de las razones por las que nacimos de nuevo está en el versículo resaltado: Hemos sido creados para hacer buenas obras. El Señor sabe cómo deben actuar los salvos para contribuir al rescate de los perdidos, por eso nos ordenó que realizáramos Su obra. Uno siembra la Palabra, otro la riega, Dios da el crecimiento y otro la cosecha. De esta manera, la persona nace en el Reino de los Cielos, recreada en Cristo, con la misión de realizar las mismas obras del Salvador (1 Corintios 3.6-9).
Cuando llegó el momento de formar al ser que dirigiría la creación – el hombre –, Dios y las otras dos personas de la Trinidad decidieron crearlo a Su imagen y semejanza (Génesis 1.26-27) del polvo de la tierra. Sin embargo, el pecado de Adán nos separó del Altísimo y nos destinó a la perdición eterna (Romanos 5.12). El amor del Padre fue tan grande que envió a Su Hijo al mundo a morir por nosotros, rescatándonos de la perdición, para que pudiéramos volver a caminar a Su lado (S. Juan 1.12).
La recreación ocurre en Jesús y se cumplió cuando Él descendió al reino de la muerte y fue vivificado después de vencer al diablo. Cristo tuvo que pasar por la separación eterna, tal como nosotros pasamos por el pecado de Adán. En la cruz, cuando esto sucedió, Él exclamó: Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: «Elí, Elí, ¿lama sabactani?» (que significa: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? (S. Mateo 27.46). ¡Qué precio!
Después de que Jesús despojó a Satanás y a los demonios de la autoridad robada al hombre, el Espíritu Santo descendió a donde estaba el Salvador y le dio vida, así como a todas las personas que estaban en el mundo y a las que nacerían (1 Corintios 15.22). La obra de la recreación se ha cumplido. Ayudamos a los perdidos a recibir el nuevo nacimiento contándoles esta Verdad. Aquellos que creen en lo que el Hijo de Dios hizo en Su muerte y lo reciben como Salvador y Señor son salvos y se convierten en nuevas criaturas (2 Corintios 5.17).
La recreación se hace en el espíritu, y luego el registro de sus pecados es quitado y clavado en la cruz: Él anuló el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, y la quitó de en medio clavándola en la cruz. (Colosenses 2.14). Usted solo tiene que creer e invocar el Nombre del Señor para que sea salvo (Romanos 10.13).
Desde su remisión, empiece a evangelizar, a anunciar la Buena Nueva del Evangelio. El que crea, se salvará inmediatamente, pasando del reino malo al reino santo de Cristo, nuestro Señor. Después de la gran decisión de aceptarlo en su corazón, ya estará salvo y ordenado a guiar a otras personas a ser rescatadas también (S. Marcos 16.15). ¡El cristiano que no hace buenas obras será responsable de la perdición de alguien!
Debemos ir por todas partes haciendo el bien y llevando la preciosa semilla, para arrebatar a los perdidos del fuego eterno. El poder de hacer lo correcto está en sus manos. Así como otros le han hablado del amor de Dios, usted necesita hacer lo mismo hoy. ¡Así agradará al Señor!
En Cristo, con amor,
R. R. Soares
La Oración de Hoy
¡Señor incomparable en amor! No desististe de salvarnos, por eso nos regalaste una salvación preciosa, abriéndonos el entendimiento. Hoy estamos salvos. ¡Ahora oramos y salimos a hacer las mismas obras que Tu Hijo!
Tenemos familiares a quienes amamos y no nos gustaría verlos caminar hacia el lago que arderá por la eternidad. ¡Cuántos podrían ser rescatados para entrar en Tu Reino de amor y de luz! ¡Dios, míralos y ayúdanos a conducirlos al Cielo!
Es tan bueno saber que tenemos Tu promesa de que, si pedimos algo en Tu Nombre, nos escucharás. ¡Venimos ante Ti con confianza para pedirte que salves nuestro hogar y a las demás personas perdidas que caminan rápidamente hacia la perdición!