CUATRO COSAS IMPORTANTES

COMPARTILHE

2025-11-03 03:00:00

Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, al hombre perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.


Efesios 4.13

Con los dones ministeriales operando en la iglesia, la veremos crecer, y los miembros irán a la casa de Dios con gozo y alegría (Salmo 122.1). El servicio puede durar horas, y nadie abandonará el templo, porque la gente quedará encantada con las operaciones divinas, que los conducirán al trono celestial. Los salvos vivirán en santidad, rebosantes de fe. Al ponernos a disposición de Dios, Él nos llamará y nos preparará para servir en el santo ministerio.

El desarrollo de la fe en nuestro espíritu ocurrirá hasta que alcancemos la unidad de la fe en Cristo, nuestro Señor. Quizás solo algunos alcancen la medida del Hijo de Dios, pero todos deben esforzarse y no rendirse hasta ver este fenómeno alcanzarlos. Si no lo logran, al menos se habrán acercado. La meta es tener la unidad que se ve en la Trinidad; entonces nada les faltará. ¡Esfuércense por alcanzar esta maravilla!

Al mismo tiempo, debemos buscar el conocimiento del Hijo de Dios. La meta es conocer a Jesús como Él conoció al Padre. Si esto fuera imposible, el Todopoderoso jamás lo habría mencionado. Si las Escrituras revelan esta posibilidad, debemos esforzarnos por alcanzar el lugar donde nada nos faltará: el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús (Filipenses 3.13-15). ¡Acéptelo con fe!

Las cuatro revelaciones contenidas en el versículo clave de este mensaje deben aceptarse por fe. La oportunidad que tenemos es única, y sin fe, no agradaremos al Señor. Cuando Dios dice hombre perfecto, se refiere a aquellos que son idóneos y victoriosos. Quien logre esto ante el Todopoderoso será como el rey David, quien nunca perdió una batalla. El hombre perfecto es invencible, incorruptible e inalcanzable. ¡Y la gloria es del Señor!

El apóstol concluye esta serie de metas diciendo que debemos alcanzar la estatura de Cristo. Por supuesto que no se refiere a la estatura física, pues si así fuera, muchos ya la habrían alcanzado, sino al conocimiento de la Verdad y al funcionamiento de los dones que los cristianos pueden recibir para realizar obras mayores. No estoy de acuerdo en que esto sea un espejismo ni algo que esté más allá de nuestro alcance. ¡Quienes están llegando al Evangelio deben prepararse!

Pablo concluye esta lista de desafíos diciendo que no tenemos que alcanzar la estatura plena de los santos de Dios, sino la de nuestro Maestro. Quienes creen deben hacer todo lo que Él dice. Quienes se esfuerzan verán que el Señor siempre ha estado a su lado para darles la victoria en la batalla, al igual que los héroes de la fe que buscan acercarse al Altísimo. Crean y esfuércense, porque al final, la recompensa valdrá la pena en todos los sentidos. ¡Dios es fiel!

Si Jesús dijo que quien crea en Él hará las mismas obras, es porque, al creer y hacer su parte, se califica para ser considerado el hombre de la promesa, quien hace la voluntad del Padre tal como Él se revela (S. Juan 14.12). No importa el precio que tenga que pagar, acepte que ya tiene fe en Cristo.

 

En Cristo, con amor,

 

    R. R. Soares


La Oración de Hoy

¡Dios, que nos desafías! Nunca diremos que no podemos lograr lo que nos mostraste en esta declaración del apóstol Pablo. Entraremos en la batalla de la fe, creyendo y confiando en que no nos dejarás solos, sino que lucharás con nosotros.

Fuimos salvos para servirte, llevando el Evangelio a las naciones más lejanas y peligrosas. No debemos temer, porque estarás con nosotros todos los días, hasta el fin de los tiempos, cuando ya no habrá más trabajo, porque entraremos en Tu reposo.

Aceptamos el reto de alcanzar la unidad de la fe y el conocimiento de Tu Hijo, pero guíanos en nuestro camino. Sin Ti, nada podemos hacer. El hombre perfecto actúa como Tu Hijo, porque ya tiene la medida de Su estatura. ¡Eres maravilloso, Padre!