DÉBORA SE LEVANTÓ COMO MADRE

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2020-04-20 03:00:00
Las aldeas quedaron abandonadas en Israel, habían decaído, hasta que yo, Débora, me levanté, me levanté como madre en Israel.
Jueces 5.7
Cuando acaba el respeto a Dios y la gente empieza a aventurarse en el mundo de las fuerzas de las tinieblas, cuyo comandante es el diablo, aparecen los problemas. En cualquier lugar los hay que se sienten atraídos por los asuntos espirituales del lado malo. Después de todo, como Satanás no exige santidad, y hasta le tiene rabia a este término, las tentaciones fascinan al hombre que no tiene luz divina. Pero el precio de esta aventura será caro. Una de las señales de que las cosas van mal para la humanidad en el ámbito espiritual se ve en las guerras y confusiones en el mundo. La mayoría de las personas viven mal, pero se acostumbran a ello. Para “mejorar” la vida, algunas cometen pequeños delitos. Sean pequeños o grandes, convierten al que los practica en siervo del diablo. Donde la Palabra no reina, hay todo tipo de represión y opresión.
En los días que Débora era jueza en Israel, el pueblo había dejado de obedecer las Escrituras, por eso aparecieron muchos tipos de perturbaciones. En nuestros días se han producido situaciones parecidas. Muchos no aprecian la Biblia ni buscan el rostro del Altísimo. Por eso vemos mucha falta de respeto hacia el prójimo. La solución es predicar el Evangelio, y el que se convierta servirá como ejemplo a seguir. En aquel período, el enfriamiento espiritual era tan grande que hasta los fieles, que se complacían al andar al lado de Dios, seguían caminos torcidos. Esto les ha sucedido a muchos hijos de creyentes, que dejan la presencia de Dios y empiezan a recorrer las sendas del pecado, en algunos casos cometiendo crímenes. Mucha gente no ve nada de malo en que sus hijos vayan a cabarets, bare s y discotecas.
La práctica de la iniquidad impedía el progreso en la Tierra Prometida, por eso no se creaban nuevas aldeas. La situación era alarmante debido a los problemas. Hoy, es crítica la situación espiritual del que no busca al Señor y apoya lo que Él detesta, como el divorcio, la fornicación el libertinaje. ¿Habrá cambiado Dios y, ahora, aprueba las transgresiones, o es que el diablo está engañando a millones de personas? La segunda opción es la correcta. ¡Ten misericordia! Débora vio que la causa de tantas adversidades era el pecado de los gobernantes, entregados a todo tipo de prevaricación, como vimos recientemente en nuestro país. Este, de repente, parecía una nación en guerra civil. Por todas partes se veía gente empuñando armas en robos en masa, así como los actos de corrupción que cometían los que fueron elegidos para cuidar del bien público. ¡Que Dios nos lleve a la libertad verdadera!
Como madre en Israel, Débora se levantó y, con ella, el Señor levantó a Barac y a diez mil hombres. Jabín, el rey de Canaán, oprimió a los israelitas durante 20 años (Jueces 4.3), pero al ver a Barac con su “ejército”, las cosas cambiaron. Él fue a pie con diez mil hombres a luchar contra Sísara, sus 900 carros de hierro y sus miles de soldados, y le venció (Jueces 4.12-15).
En Cristo, con amor,
R. R. Soares
La Oración de Hoy
Señor: ¡Levántate como Dios! El enemigo está destruyendo a nuestra juventud, quitándole su pureza y llevándola a los caminos torcidos del diablo. No lo aceptamos y creemos que Tú nos darás la victoria. ¡Clamamos por ello ahora! Que venga la prosperidad y, junto con ella, el temor a Ti. Necesitamos Tu amor y Tu presencia. Ya respirábamos el aire de los antros de prostitución que llenaban nuestra casa por medio de la televisión, la radio y las redes sociales. ¡Queremos purificarnos!
Samgar fue un mal juez, porque dejó que el pueblo hiciera lo que le parecía mejor. Por eso, en aquel tiempo, el mal entró en todos los sectores de Israel. Pero cuando Débora te dijo sí y se levantó como madre de la nación israelita, Tu pueblo derrotó al reino de las tinieblas.