DIOS CELOSO

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2025-06-15 03:00:00
Porque Jehová, tu Dios, que está en medio de ti, es un Dios celoso; su furor se inflamaría contra ti y te haría desaparecer de sobre la tierra.
Deuteronomio 6.15
Cuanto más cerca vivamos de Dios, mejor seremos atendidos. Nuestra oración dirigida a Él nunca será en vano ni quedará sin respuesta. ¿Por qué no usamos la autoridad dada por Jesús en situaciones adversas? No importa cuán lejos estemos del Padre, Él nunca se apartará de nosotros. Él siempre será el único Dios celoso al que podemos invocar. El que le ama, será amado por El (S. Juan 14.23).
En los Diez Mandamientos, Dios prohibió la fabricación de imágenes talladas. La idolatría causa indignación y repugnancia en el Señor: «No te inclinarás a ellas ni las honrarás, porque yo soy Jehová, tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen.» (Éxodo 20.5). Debemos separarnos del mundo y consagrarnos al Padre celestial.
Después de advertir a los hijos de Israel que no se aliaran con los cananeos, se les ordenó derribar sus altares, romper sus imágenes y talar los bosques de la tierra que ocuparían, ya que estos elementos podían llevar a los débiles a adorar a los demonios. Participarían en una nueva vida en la que nada les faltaría. Ninguno de los dioses de Canaán podría permanecer sin corromperlos, o el Señor los abandonaría.
Dios nos enseña de la misma manera. Obviamente no podemos prohibir a los seguidores de otras religiones realizar sus rituales, pero tenemos el deber de hablar a quien quiera escuchar acerca de Jesús, mostrándole que Él no lucha contra ninguna expresión de fe. Al contrario, Él salva a quienes se acercan a Dios por medio de Él. Si tratamos bien a las personas que piensan diferente a nosotros, pero están interesadas en escuchar el Evangelio, se convertirán y verán la diferencia que Cristo hace (2 Timoteo 2.24-26).
Los perdidos que deciden entregarse a Jesús sentirán que es imposible mezclar las palabras del Maestro con enseñanzas diferentes a la Palabra. La Sagrada Escritura declara: «No te inclinarás ante ningún otro dios, pues Jehová, cuyo nombre es Celoso, es un Dios celoso.» (Éxodo 34.14). ¡Quien recibe al Salvador en su corazón pronto se da cuenta de la diferencia entre la antigua creencia y el Evangelio y elegirá servir a Dios!
El Faraón que reinó en Egipto hace 3.500 años vio en el esfuerzo de los hebreos por ser algún día libre, una manera de aumentar el “buen trato” que les daba, por lo que dijo: «Que se les aumente el trabajo, para que estén ocupados y no atiendan a palabras mentirosas.» (Éxodo 5.9). Los siervos de Dios anhelaban la libertad completa. En Cristo, somos libres del reino de la mentira y del odio. ¡Créalo y vívalo!
La Biblia dice: «Jehová es Dios celoso y vengador; Jehová es vengador y está lleno de indignación; se venga de sus adversarios y se enoja con sus enemigos.» (Nahúm 1.2). Ore, porque el Señor le responderá.
En Cristo, con amor,
R. R. Soares
La Oración de Hoy
¡Dios celoso de Su pueblo! Estás entre nosotros para darnos a todos la libertad prometida en las Escrituras. ¡De hecho, aquellos que aceptan a Jesús son liberados de las flechas malignas enviadas por el diablo para destruirnos!
Tú nos proteges de Tu ira que se enciende contra aquellos que no se convierten y continúan en el mundo del mal. ¡Tu cuidado nos protegerá, para que podamos ser arrebatados con Cristo en Su regreso!
Nunca seremos destruidos, sino que veremos la aniquilación de los rebeldes e incrédulos, que sirven al diablo y no buscan Tu rostro. Te damos gracias, Padre, por regalarnos la libertad conquistada por Tu Hijo. ¡Clamamos Tu misericordia hacia los que sufren!