DIOS ES EL QUE DA LA SEMILLA

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2024-01-05 03:00:00
Y el que da semilla al que siembra y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera y aumentará los frutos de vuestra justicia.
2 Corintios 9.10
Es imposible no amar al Señor según Su definición de amor, porque cuando aceptamos Su invitación para que hagamos la obra, recibimos la semilla para sembrarla. Es más, Él promete darnos el pan que necesitamos: Su Palabra. Él está tan involucrado con nosotros que solo podemos verlo si creemos, porque todo es por la fe. Lo que hacemos en favor de la difusión del Evangelio por el mundo es indescriptible. En todas partes, ¡son innumerables las personas que se convierten a Cristo!
Muchas veces el llamamiento divino nos sorprende y ni siquiera imaginamos que podemos ayudar a evangelizar a nuestra generación. Pero cuando escuchamos la voz de Dios, aunque no sepamos cómo vamos a cumplirla, Su poder entra en acción y pronto vemos en nuestras manos la cantidad que vamos a dar como ofrenda. Al obedecer Su Id, nuestras vidas cambian, los problemas desaparecen, las puertas se abren, trayéndonos alegría (Apocalipsis 3.8).
Nadie debe asumir el ministerio de patrocinador por interés personal, como si fuera algo mágico. Los que están verdaderamente tocados por Dios saben cuánto tienen que dar y son dirigidos por el Señor mismo, que los bendice en gran manera. No decimos esto para que se despierte la codicia en nadie. Pero recuerde: solo quien tiene Sus mandamientos y los guarda, ama a Dios (S. Juan 14.21). Cuando una persona obedece al Señor en el momento de dar, Él se regocija.
Al decir que da la semilla, el Altísimo garantiza que tomaremos nuestra ofrenda de algo que Él nos impidió gastar, como una enfermedad o una pérdida material. El Señor busca personas que confíen en el Nombre de Jesús para vencer a las fuerzas de las tinieblas, como hizo David con el gigante: [...] —Tú vienes contra mí con espada, lanza y jabalina; pero yo voy contra ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado. (1 Samuel 17.45).
El Pan significa las revelaciones de la Palabra dirigidas a usted y le da el poder de derribar los obstáculos. Cuando lo coma, nada podrá hacerle frente. Así dijo Dios a Josué: Nadie podrá hacerte frente en todos los días de tu vida: como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré ni te desampararé (Josué 1.5). Confíe en Aquel que siempre cumple Sus palabras. ¡El Señor lo hace!
El Todopoderoso extiende Su promesa y multiplica la sementera del que bendice. La mano de Dios nunca se encogerá, ni su brazo se hará tan corto que no pueda salvarle. Los que confían en el Señor permanecen inquebrantables ante los peores males enviados por el Infierno, que intentan apartarlos de su felicidad en Cristo (Salmo 125.1). Estos ataques solo golpean a los que dudan de Dios. ¡Crea y viva!
Lo mejor viene ahora: el Señor de señores garantiza que los frutos de nuestra justicia se multiplicarán. Esto es más de lo que cualquiera podría pedir, porque significa que verá la grandeza divina obrando a su favor. ¿Por qué temer o ignorar estar al lado del Maestro? ¡Él ya ha provisto todo lo que necesita para que sea feliz y tenga éxito!
En Cristo, con amor,
R. R. Soares.
La Oración de Hoy
Dios, ¡Donador de la semilla! Cuando entendemos Tu Palabra, somos como quien sueña, y nuestros corazones se llenan de alegría y risa, porque ha llegado el momento de ser bendecidos. ¡Entonces sentimos que Tu poder nos eleva a alturas que nunca habríamos soñado alcanzar!
Gracias por las semillas que nos has dado. Nunca nos abandonarán, ni se rendirán, ni huirán de delante de nosotros. Sí, saldremos victoriosos si creemos que actuará Tu justicia mientras demostramos nuestro amor por Ti. ¡Sé glorificado, Padre!
Tenemos la semilla para sembrar y el pan para comer, y vemos que nuestra sementera se multiplica y los frutos de nuestra justicia - respuestas a nuestras oraciones - llegan. Esto demuestra que Tú estás a cargo de nuestras vidas, y todas las bendiciones Te glorifican en Cristo.