¿DÓNDE PONER LAS PALABRAS?

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2025-06-11 03:00:00

Estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón.


Deuteronomio 6.6

Israel fue limitado por la revelación de la Palabra de Dios a no pecar. Ahora bien, ningún poder en el Universo es mayor que el del Señor. La Biblia dice: «Aprende pues, hoy, y reflexiona en tu corazón que Jehová es Dios arriba en el cielo y abajo en la tierra; no hay otro.» (Deuteronomio 4.39). Pensando en este tema, ¡vemos que el temor viene del diablo para vencer a los débiles en la fe!

El miedo es una puerta ancha y alta que se abre para que el mensaje del Infierno encuentre lugar y entre a destruir la vida: «Si dices en tu corazón: “Estas naciones son mucho más numerosas que yo, ¿cómo las podré exterminar?”, no les tengas temor. Acuérdate bien de lo que hizo Jehová, tu Dios, con el faraón y con todo Egipto.» (Deuteronomio 7.17-18). ¡Llene su corazón con declaraciones bíblicas y siempre tendrá éxito!

El recorrido de Israel no se produjo de repente. Dios sabía que donde no había interferencia, Su pueblo entrenaría para ser vencedor: «Te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová, tu Dios, estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos.» (Deuteronomio 8.2). ¡El Señor quiere hacer lo mismo en nosotros!

La Biblia dice que el hombre es desesperadamente perverso (Jeremías 17.9). Cuando está en peligro, busca a Dios y clama por ayuda, pero después de que pase lo peor, se jacta y dice que, modestia aparte, jugó un papel decisivo en las batallas que enfrentó. Su ego es pensar que él debe pelear las batallas del Señor: «Y digas en tu corazón: “Mi poder y la fuerza de mi mano me han traído esta riqueza”» (Deuteronomio 8.17).

La palabra más peligrosa es la que se encuentra en el corazón, porque nadie la conoce: «Cuando Jehová, tu Dios, los haya echado de delante de ti, no digas en tu corazón: “Por mi justicia me ha traído Jehová a poseer esta tierra”, pues por la impiedad de estas naciones Jehová las arroja de delante de ti.» (Deuteronomio 9.4). ¡Sea leal al Salvador!

En el año de la remisión, las deudas debían ser perdonadas y las tierras devueltas. El temor de Dios garantizaba la prosperidad de todos, pero algunos no lo creían así: «Guárdate de albergar en tu corazón este pensamiento perverso: “Cerca está el séptimo año, el de la remisión”, para mirar con malos ojos a tu hermano pobre y no darle nada, pues él podría clamar contra ti a Jehová, y se te contaría como pecado.» (Deuteronomio 15.9).

No codicie lo que Dios no ha revelado, ni trate de descubrir los secretos del Reino de los Cielos. «Tal vez digas en tu corazón: “¿Cómo conoceremos que ésta no es palabra de Jehová?”» (Deuteronomio 18.21). Lo que Dios dice es de gran importancia y está a su disposición: «Pues muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas». (Deuteronomio 30.14). ¡Crea, ore y recibirá la bendición!

 

En Cristo, con amor,

 

R. R. Soares


La Oración de Hoy

¡Señor de la Verdad! Toda declaración que Tú nos envíes, u ordenes, debe ser guardada en nuestros corazones, para que produzca en nosotros la fe necesaria. ¡Así Te glorificaremos, siguiendo el Camino, la Verdad y la Vida, Jesucristo!

Nos alegramos con las revelaciones ministradas a Tu pueblo. Por todas partes vemos llegar vencedores y dar gracias por lo aprendido de Tu Palabra, y por eso sus familias también Te buscan, Te encuentran y salen victoriosas.

Queremos vivir Tu Palabra continuamente. Desde que hemos despertado, ya nos hemos puesto de pie para obtener las bendiciones prometidas. Nuestro amor por Ti nunca será avergonzado, porque también somos amados por Ti. ¡Aleluya!