DOS PODEROSAS REVELACIONES

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2025-07-19 03:00:00
Y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús.
Efesios 2.6
Nuestra condena era segura no solo por la herencia de pecado que recibimos de Adán, sino también por los errores que cometimos consciente o inconscientemente. Cuando Jesús descendió al Infierno, muriendo en la cruz por nosotros, pagó el precio sufriendo nuestros pecados y, en los sótanos inmundos del reino de la maldad, le quitó al diablo y a sus ángeles caídos el poder de oprimirnos (Colosenses 2.15). ¡Hoy somos verdaderamente libres!
En pocas palabras, Cristo habló de nuestra situación después de que lo hemos aceptado como Salvador y Señor: «Así que, si el Hijo os liberta, seréis verdaderamente libres.» (S. Juan 8.36). Cualquiera que haya comprendido la invitación de Jesús puede declararse salvado, sin miedo a ser feliz. Eso es exactamente lo que ocurrió cuando lo recibimos y pasamos a ser posesión de Dios. Usted se convirtió en posesión de Dios, y el Señor no quiere que eso se deshaga (Romanos 11.29).
Necesitamos enseñar a los salvados bajo nuestro cuidado que están libres de las artimañas del diablo. Tenemos la obligación de engendrar hijos para Dios como hizo Jesús cuando anduvo por el mundo, enseñando con autoridad, y no como los maestros de la sinagoga. El Maestro dijo: «Os doy potestad de pisotear serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará.» (S. Lucas 10.19). De este modo, ¡habrá cristianos de verdad!
Nunca ponga miedo en el corazón de los miembros de la Iglesia ni los subyugue para que caigan rendidos a sus pies. Si lo hace, pagará un alto precio en el tribunal de Cristo (2 Corintios 5.10). Jesús habló de seguir Su ejemplo: «Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis.» (S. Juan 13.15). Crea y viva; de lo contrario, su fe no hará nada por su vida. ¿Y la ha cambiado por miedo a qué?
Resucitamos junto con Cristo. Ahora, dígame: ¿Volvió Jesús a la vida con alguna discapacidad? Algunos argumentarían: «Pasó tres días enterrado y, según la ciencia, sus neuronas habrían quedado destruidas». Pero Dios hace cada obra con perfección. El Salvador y los resucitados no volvieron para vegetar; de hecho, resucitaron completamente sanos. ¡Usted ha sido rehecho en Cristo!
Salvados por la gracia, hemos sido resucitados en Cristo y sentados en los lugares celestiales en el Hijo de Dios (Efesios 2.4-7), lo que nos da autoridad sobre nuestras vidas. Piénselo: hemos sido sentados con Jesús para juzgar todo lo que nos concierne por Su Palabra. Los salvados no pueden seguir en el error, haciendo la voluntad del diablo, y esperar que el Señor les cumpla Sus promesas. ¡Deben juzgarse a sí mismos por lo que Dios dice!
Ocupemos nuestro lugar en Cristo con modestia, sin considerarnos responsables de tener tanto poder. Tenemos que cumplir el plan del Altísimo y dar la gloria a quien la merece: Jesús. Nuestra vida tendrá éxito cuando nuestro amor a Cristo se demuestre con santidad, sinceridad y humildad. ¡El Señor nos ama!
En Cristo, con amor,
R. R. Soares
La Oración de Hoy
¡Señor de nuestra vida! Qué bueno fuiste con nosotros al planear nuestra redención mediante la muerte de Tu Hijo, cuando Él solo fue al Infierno y despojó al diablo presuntuoso de la autoridad robada al hombre. Hoy, el enemigo ya no puede tocarnos.
Hemos resucitado junto con nuestro Salvador y ahora, creyendo en lo que Él ha hecho y seguirá haciendo, somos más que vencedores. La muerte, la naturaleza del diablo y todos sus deseos ya no pueden influir en nosotros. ¡Somos Tuyos para siempre!
Es una bendición saber que estamos sentados en lugares celestiales en Cristo Jesús. No nos jactemos de esta bendición, pero estemos listos para cumplir Tu hermoso propósito, dándote la gloria y la alabanza. Te damos gracias por amarnos completamente. ¡Amén!