EL DIABLO EN LA TIERRA

2024-04-24 03:00:00

Al ver la mujer que el árbol era bueno para comer, agradable a los ojos y deseable para alcanzar la sabiduría, tomó de su fruto y comió; y dio también a su marido, el cual comió al igual que ella.


Génesis 3.6

El error de Adán y Eva fue mayor de lo que uno piensa: comieron el fruto prohibido por el Señor. ¿Cómo puede alguien minimizar lo que hicieron? Algún día conoceremos la respuesta más clara y explicativa, y no nos quedará ninguna duda de que, dada la capacidad que el Creador otorgó al hombre, la primera pareja actuó de forma descuidada. Esto abrió la puerta para que el diablo y sus demonios entraran en el mundo y lo contaminaran.

El diálogo de Eva con la serpiente perjudicó enormemente a la mujer, hasta el punto de hacerla pecar - errar el blanco. Quien entra en diálogo con el acusador peca, queda en sus manos, viendo, oyendo y siendo engañado. Ella vio que el fruto era bueno para comer - fue tentada en su cuerpo. Puede ser tentado, pero no dé lugar al diablo (Efesios 4.27). ¡Vele y ore!

Enredada por el demonio, Eva se dio cuenta de que era lo contrario de lo que se imaginaba, porque la desobediencia era agradable a los ojos. En realidad, ya estaba espiritualmente inerte, porque se estaba separando del Creador. La tentación le hace justificar propuestas diabólicas en detrimento de la Verdad, que es Dios mismo (S. Juan 14.6). Estaba deslumbrada por el pecado. ¿No es eso lo que les ocurre a quienes prestan atención al padre de la mentira? La infidelidad no ocurre por casualidad, ¡la factura llegará!

Eva continuó su admiración por lo que es pecaminoso. Al observar el fruto "milagroso", vio que era deseable para alcanzar sabiduría. Ahora bien, ¿qué clase de entendimiento podía recibir Eva del diablo, si ella y su marido ya habían sido creados perfectos, con plena sabiduría? La Biblia dice: Si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. (Santiago 1.5). Su deseo de cosas malas se apoderó de ella, porque no utilizó la habilidad con la que había sido dotada desde el principio.

Ella literalmente comió del fruto. La traición estaba por concluirse. Cuando se encontró con su marido, le contó su descubrimiento. Adán debería haberla reprendido y haber hablado con el Señor sobre lo que podía hacerle, porque hasta entonces era inocente. La tentación no significa que haya pecado, pero si cumple el enorme deseo satánico que se apodera de su vida, firmará el contrato de siervo del diablo, y será demasiado tarde.

Eva le dio el "regalo" a su marido, y ni siquiera les importó las consecuencias de su mala acción. La Palabra declara: Al punto se marchó tras ella, como va el buey al degolladero o como va el necio a prisión para ser castigado; como el ave que se arroja contra la red, sin saber que va a perder la vida hasta que la saeta traspasa su corazón. (Proverbios 7.22-23). Lea todas las advertencias del Señor cuando relata el encuentro de la mujer adúltera con el joven insensato en Proverbios del capítulo 5 al 7. ¡Aún está a tiempo!

El banquete estaba servido. Eva, que había hablado con el diablo, estaba fuera de sí. Adán estaba lúcido, pero no la reprendió, y juntos comieron del fruto. Tal vez incluso se rieron del Señor y de Su prohibición. Al fin y al cabo, estaban satisfechos porque ya se habían separado de Dios.

 

En Cristo, con amor,

 

R. R. Soares


La Oración de Hoy

¡Señor de la Verdad! ¡Qué locura hizo Adán cuando vio a su mujer después de haber sido engañada por el demonio! La recibió como una heroína, alguien que se atrevió a descreer de Ti, la Verdad, y ambos creyeron la mentira. Obedecieron a Satanás, ¡y Satanás entró en el mundo!

Tu plan quedó "en suspenso", porque la imperfección vino a poner fin a todo lo que habías planeado. A partir de entonces, enfermedades, plagas y otras situaciones enredarían al hombre. ¿Por qué Te abandonaron? ¡Ayúdanos a permanecer en Tu santa presencia!

¿Cuántos viven para el mundo y desprecian la vida, Tu poder y Tus promesas? Su existencia terrena es breve. Cuando llegue su último momento, verán que caminan en tinieblas, sin amor y sin Ti. ¡Un camino torcido! ¡Dios mío!