ÉL VIO UN CABEZAL

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2025-09-01 03:00:00

 Él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal. Lo despertaron y le dijeron: —¡Maestro!, ¿no tienes cuidado que perecemos?


San Marcos 4.38

El Salvador demostró un gran desprecio por las amenazas del diablo. Después de todo, ¿quién es el diablo para intimidar al Todopoderoso? Mientras los discípulos se daban cuenta de su error, Jesús dormía en la popa de la barca. Nunca teman las trampas del imperio de las tinieblas, pues nada les hará daño. Quienes están en las manos del Todopoderoso nunca se dejarán intimidar por lo que Satanás diga o haga. ¡Estamos protegidos por el Dios verdadero!  

Quienes no prestan atención al Señor lo encontrarán durmiendo sobre un cabezal olvidado en algún lugar. Muchos nunca han presenciado la manifestación del poder de Dios, por lo que no han podido liberarse del mal. ¿Ha entendido que aceptar a Jesús como Salvador y Señor significa entregarse en cuerpo, alma y espíritu a Él? Pues bien, si Él no es su Redentor, no será nada para usted ni en usted.

¿Cómo puede alguien dormir en medio de una tempestad, con la barca llena de agua? Bueno, para Dios, esto no es nada. Consideremos lo que escribió el rey David: «Aun las tinieblas no encubren de ti, y la noche resplandece como el día; ¡lo mismo te son las tinieblas que la luz!» (Salmo 139.12). Al Altísimo no le afectan las cosas del mundo, pero puede y quiere darnos la liberación necesaria. ¿No fue Él quien estuvo en el horno de fuego? (ver Daniel 3).

La presencia de Dios a nuestro lado impide que las fuerzas de destrucción actúen en nosotros. Cuando estamos llenos del Espíritu Santo, hablamos como dioses. Los atributos divinos que operan en nuestras vidas son increíblemente poderosos, y con ellos, podemos vencer cualquier tentación. Aunque al principio todo parezca derrotarnos, siempre seremos más que vencedores (Romanos 8.31-39). ¡Crea y viva!

Por un lado, los discípulos estaban llenos de problemas, pues, al aceptar al Maestro tal como era, no consideraron las consecuencias. Sin embargo, cuando se vieron en apuros, despertaron al Maestro, diciendo: ¿No tienes cuidado que perecemos? ¿No es eso lo que preguntan muchos salvos? ¿Cuántos siguen diciendo que ya no pueden más? Dios quiere hacernos entender lo que nunca pensamos. ¡Él es nuestro Padre!

Cuando la mente domina, no encontramos lugar para Dios en nuestros corazones. Ahora, cuando Su voz y Su amor se revelan a nosotros, nuestro espíritu recibe el mensaje divino y comienza a obrar. Hemos visto esto en nuestras campañas de evangelización alrededor del mundo. El Señor quiere obrar poderosamente en nuestras vidas, por eso necesitamos tener fe en Su Palabra; sin ella, actuamos como los perdidos, que nunca han oído hablar del Salvador.

Los discípulos casi acusaron a Jesús de ser malo, sin recordar que lo subieron a la barca tal como estaba el Maestro. Nunca deje que el espíritu de independencia se apodere de su vida. Cristo declaró: «Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí y yo en él, éste lleva mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer.» (S. Juan 15.5). Entonces, ¿qué hará?

 

En Cristo, con amor,

 

    R. R. Soares


La Oración de Hoy

¡Señor del verdadero poder! Al comprender cómo proceder para que Tu obra se realice en nosotros, venceremos las tentaciones. Debemos vivir Contigo por la fe que nace de escuchar la Palabra. ¡Te estamos agradecidos!

Cuando los discípulos llevaron a Jesús a la barca, Él vio un cabezal que le sirvió para descansar Su cabeza y se durmió. Aprenderían otra lección importante sobre los males que se avecinaban. Así que acudieron a Ti en busca de ayuda, y Tú los ayudaste. Padre, ¡Te pedimos esto también!

Si nos entregamos a Ti como debemos, recibiremos ayuda en tiempos difíciles. Somos Tus siervos, pero a menudo actuamos como si no compartiéramos el pacto que hiciste con la humanidad en Tu sangre. ¡Perdónanos, Dios!