¿Cómo podría alguien llamado y preparado por el Señor para liberar a Israel de la esclavitud ir a un burdel a pecar? Sansón podría haber entrado en ese lugar como los espías de Israel (Josué 2.1ss), pero nunca con el propósito de cometer un acto tan vil como la prostitución. Cualquiera que vaya al lugar equivocado pagará el precio de esa elección. A menudo el pago no es instantáneo, pero su acto permanecerá en la memoria del Señor, pues en Él hacemos todo (Hechos 17.28).

¡La noticia se difundió! Sansón estaba utilizando la extraordinaria fuerza que le había concedido el Señor para hacer la voluntad de Dios, como veremos en la próxima lección. El hecho más importante debería haber sido: un hombre de Dios estaba allí para cambiar vidas. Pero eso no es lo que ese héroe hizo allí. ¡Pobre gente que es usada por el diablo, porque perderán una gran oportunidad de servir a Dios y nunca volverán si no se arrepienten!

        Un día, los que se han salvado y siguen en el pecado conocerán el precio de su traición y lo lamentarán mucho. Tenga cuidado de no perder su honor, porque es único. Los cristianos son llamados por el Nombre del Señor, por lo que deben tener cuidado con lo que dicen y hacen. Los que desprecian su felicidad eterna se desesperarán cuando oigan su sentencia de condena. Sin embargo, en ese momento, nada más se puede hacer para revertir esa sentencia. ¡Estamos hablando de Dios!

Al hablar del Todopoderoso, es bueno examinarse a uno mismo. Si, durante este autoanálisis, se da cuenta de que se está inclinando hacia el pecado, lo mejor es clamar por misericordia y resolver la situación en el acto. Algunas personas permiten que el diablo les dé razones por las que una determinada actitud no está mal. Ahora bien, nunca consulte al maligno o a su mejor amigo para decidir algo. Solo consulte la Biblia y no se preocupe, porque las prohibiciones de Dios son para nuestro bien. No necesitamos nada de lo que nos ofrece el enemigo. ¡Crea y viva!

Dado que la fuerza de Sansón no estaba destinada al exhibicionismo ni al pecado, debería estar en constante oración para no caer en las trampas del maligno. Cuando quiso casarse con una filistea, sus padres intentaron disuadirlo, pero fue en vano. Se sintió atraído por las hijas del enemigo, y fue muy grave (Jueces 14.1-3). Del mismo modo, hay personas cuyos ojos solo se fijan en la gente del mundo. ¡Necesitan liberación!

        Los filisteos de Gaza vigilaban a Sansón para matarlo a la mañana siguiente. Aunque él estaba en pecado, se compadecía de cualquiera que quisiera derrotarlo. Sin embargo, llegaría el momento en que su transgresión sería castigada por Satanás. Si siente que es el único en las manos del Señor, deténgase y examínese. Al pecar, el diablo será su amo, y la fuerza y la fe que venían de Dios ya no funcionarán en su vida. Verá cuánto duele pecar. Así que ¡nunca ceda!

Los filisteos solo no habían capturado a Sansón porque su culpa todavía no le había quitado las fuerzas. Dios es paciente y no quiere que nadie perezca (2 Pedro 3.9). Sin embargo, llegará el momento en que los rebeldes y débiles en la fe verán que su tiempo de ser protegidos ha llegado a su fin. Y entonces...

        En Cristo, con amor,

        R. R. Soares