ESTABLEZCO MI PACTO

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2024-05-21 03:00:00

Diles, por tanto: “Yo establezco mi pacto de paz con él.


Números 25.12

Esta hermosa palabra fue enviada a Finees, hijo de Eleazar y nieto del sacerdote Aarón, cuando llevó a cabo el acto de justicia que impidió que el Señor consumiera el campamento de Israel en el desierto. En aquella ocasión, las mujeres moabitas habían invitado a los israelitas a sacrificar a sus dioses, y empezaron a prostituirse con ellas (Números 25.1-2). Fue un día de infamia y vergüenza para el pueblo de Dios, que se había santificado durante 40 años en el desierto. ¡La mayoría de ellos habían nacido en los desiertos de la santificación!

Lo increíble sucedió ante los ojos de Moisés y de Israel: Balaam había encontrado la manera de obtener algo de Balac convenciendo a cinco príncipes madianitas a utilizar a sus mujeres para corromper a los hombres de Israel. El profeta buhonero había dicho: Porque contra Jacob no vale agujero, pero ellos instruyeron a las mujeres moabitas a que seduzcan, con sus prácticas inmorales, a los que se preparaban para la guerra (Números 23.23).

Invitaron al pueblo de Dios a participar en los rituales de su tierra, y los israelitas fueron y comieron, postrándose ante sus ídolos. Aquella gente hacía fiestas con inmundicia sexual de la peor clase. La ira del Señor se desató con toda su fuerza, y fueron ahorcados 24.000 hombres de todas las tribus de Israel que se habían unido a Baal-Peor, el señor de la montaña. Debemos cuidar a los jóvenes que han nacido en la iglesia, porque son puros, ¡para que nunca caigan en las trampas del buhonero!

Cuando la ira de Dios ardía sobre los que se dejaron seducir, un israelita, llamado Zimri, de la tribu de Simeón, llevó a su tienda a una mujer madianita. Todos llorarban y le rogaron que no lo hiciera, pero él siguió obstinado. Entonces Finees tomó una lanza y entró en la tienda, donde la pareja mantenía una charla prohibida, y los atravesó con el arma, haciendo un acto de justicia. Esto ejemplifica que Dios no permite tal aberración (Números 25.1-9, 14-15).

El acto de Finees hizo que el Señor no consumiera a toda la congregación. Esto nos muestra que el juicio eterno vendrá sobre la humanidad. Hoy no hacemos exactamente lo que hizo Finees, porque el Altísimo no nos manda matar pecadores, sino conducirlos a la salvación. Las cosas llegaron a donde el Altísimo quería cuando el pecado del mundo fue sufrido por Jesús en la cruz (S. Juan 3.16). Quien oye el Evangelio y cree en Él se salva.

Finees mostró el mismo celo que Dios, desviando la ira divina e impidiendo que el Señor consumiera a los hijos de Israel. A este siervo de Dios le espera su recompensa. Moisés, ordenado por el Todopoderoso, dijo que el pacto de paz del Señor estaba siendo establecido. Siempre es así con el Cielo: una pequeña acción trae una gran retribución. El Padre celestial sabe lo que hace, ¡así que nunca deje de atender a Su llamado!

 Recordemos que los hermanos del pasado recibían órdenes del Altísimo para que realizaran las tareas que se les encomendaban. Estos trabajos simbolizan lo que los cristianos tienen que hacer hoy. Ellos estaban en el pacto de la muerte, y nosotros estamos en el pacto de la libertad, de la vida. El apóstol Pablo habló de nuestra posición: Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. (Romanos 8.2). ¡Somos nuevas criaturas!

 

En Cristo, con amor,

 

R. R. Soares


La Oración de Hoy

¡Dios del Pacto de paz! Te complace ejecutar Tu justicia, así que nada nos impedirá actuar según Tu Palabra, mostrando a los perdidos, y también a los cristianos, la única manera de permanecer libres de las operaciones del reino de las tinieblas.

La ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús nos ha liberado de la ley del pecado y de la muerte, para que podamos vivir en paz. Tu Palabra promete que mil caerán a nuestro lado y diez mil a nuestra derecha, pero a nosotros no llegarán. ¡Es reconfortante ser Tuyo!

        No queremos participar en ninguna fiesta que entristezca Tu corazón, porque ya sufrimos bastante cuando estábamos lejos de Ti. Te pedimos ayuda para seguir dando testimonio de la Verdad, ¡ejecutando Tu justicia sin parar!