GUARDA CUIDADOSAMENTE

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2025-06-16 03:00:00

Guardad cuidadosamente los mandamientos de Jehová, vuestro Dios, sus testimonios y los estatutos que te ha mandado.


Deuteronomio 6.17

Dios espera que Sus hijos sean cuidadosos al servirle y aplicar Su justicia a favor de los necesitados. Por eso, debemos hacer la obra del Señor con amor y misericordia, para que nadie resulte herido o perdido para siempre. El hecho de que tengamos el poder de predicar la Palabra, sanar a los enfermos y liberar a los oprimidos no nos hace superiores a nadie. Seamos celosos del bien (1 Pedro 3.13).

De la misma manera, debemos ser diligentes en dar al pueblo el mensaje de Dios, esforzándonos para que nadie malinterprete la voluntad divina, y, en cuanto a los que más sufren, solo mejorarán si somos pacientes y celosos del bien. No se deje llevar por ningún pensamiento negativo o vengativo. Realice el trabajo que le ha sido confiado según lo indique el Señor. Entonces quedará satisfecho con el resultado (Romanos 12.3-21).

Moisés llamó la atención de los israelitas sobre el hecho de que cuando Dios les habló en el desierto, no vieron ninguna semejanza de Él, por lo que debían guardar sus almas para que no cayeran en el error de producir imágenes: «Guardad, pues, mucho vuestras almas, pues ninguna figura visteis el día que Jehová habló con vosotros de en medio del fuego (Deuteronomio 4.15). ¡Vele, crea y ore!

El libertador de Israel, a través de su aspecto humano, fue utilizado por el Señor para mostrar el daño que los engaños espirituales causan al pueblo. Cuando alguien se entrega al misticismo, contamina a los que le rodean: «Tú investigarás, buscarás y preguntarás con diligencia. Si resulta ser cierto que en medio de ti se ha cometido tal abominación.» (Deuteronomio 13.14). ¡Cuidado con la Verdad!

Josué habló acerca de guardar diligentemente los mandamientos: «Solamente que con diligencia cuidéis de cumplir el mandamiento y la ley que Moisés, siervo de Jehová, os ordenó: que améis a Jehová, vuestro Dios, y andéis en todos sus caminos; que guardéis sus mandamientos, lo sigáis y lo sirváis con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma.» (Josué 22.5). ¡Sirva al Señor con dedicación!

La mujer mencionada a continuación por Jesús perdió una moneda valiosa y luchó por encontrar el regalo que tenía. El Maestro afirmó que ella hizo esto diligentemente. Los que se han enfriado por las ofertas del mundo deberían imitarla hasta que encuentren lo que han perdido: «¿O qué mujer que tiene diez dracmas, si pierde una dracma, no enciende la lámpara, y barre la casa y busca con diligencia hasta encontrarla?» (S. Lucas 15.8). ¡Conservar lo que tiene es un mandamiento divino!

Pablo elogió a los hermanos de Corinto, diciendo que, así como ellos daban todo lo que Dios les daba, también debían hacer lo mismo con sus ofrendas a la iglesia: «Por tanto, como en todo abundáis, en fe, en palabra, en conocimiento, en toda solicitud y en vuestro amor por nosotros, abundad también en esta gracia.» (2 Corintios 8.7). ¡Dios es fiel!

 

En Cristo, con amor,

 

     R. R. Soares


La Oración de Hoy

¡Dios mío! Sin Tu amor no podemos hacer bien lo que nos mandas. Necesitamos ser celosos en hacer la obra como lo hizo Tu Hijo y nos dio el ejemplo. ¡Ayúdanos a ser operadores de Tu voluntad!

Queremos conocerte y llevar a cabo Tu propósito como Jesús nos enseñó. Para esto pedimos la ayuda de Tu Espíritu Santo. ¡Debemos ir a donde Tú nos envíes y darte gracias por confiarnos tal obra!

No podemos perder la oportunidad de servirte verdaderamente y no servir solo a Tu voluntad. Fuimos llamados por Ti y elegidos para este período en la Tierra. ¡Son tiempos difíciles, pero con Tu amor llegaremos hasta el final!