LA BENDICIÓN PARA EL MATRIMONIO

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2024-04-30 03:00:00

Y bendijeron a Rebeca, diciendo: «Hermana nuestra, sé madre de millares de millares, y conquisten tus descendientes la puerta de sus enemigos.»


Génesis 24.60

Eliezer, siervo de Abraham, recibió una misión muy difícil: encontrar una novia para Isaac, hijo de Abraham. El mayordomo del patriarca aceptó esta tarea; al fin y al cabo, un siervo debe cumplir el mandato de su señor. Abraham fue llamado por esta razón: ser obediente a Dios. Esto debería movernos a caminar siempre con el Altísimo. Actuando así, sólo ganamos.

Eliezer tenía que visitar a los parientes de Abraham a fin de encontrar esposa para Isaac, que, en consecuencia, sería antepasado del Señor Jesús. Si ella no quisiera seguir a Eliezer, éste tenía prohibido llevar a Isaac a casa de sus parientes: El criado le respondió: —Quizá la mujer no quiera venir conmigo a esta tierra. ¿Debo, entonces, volver y llevar a tu hijo a la tierra de dónde saliste? (Génesis 24.5). ¡El enviado del patriarca obedeció la orden!

Es bueno contar con personas que sirven a Dios de todo corazón, porque sus oraciones son escuchadas. Esto es lo que le sucedió a Eliezer cuando clamó al Señor: Sea, pues, que la muchacha a quien yo diga: “Baja tu cántaro, te ruego, para que yo beba”, y ella responda: “Bebe, y también daré de beber a tus camellos”, que sea ésta la que tú has destinado para tu siervo Isaac. En esto conoceré que has hecho misericordia con mi señor (Génesis 24.14). ¡Ore!

La respuesta llegó tan rápidamente que era difícil de creer, como revelan las Escrituras: Aconteció que antes que él acabara de hablar, salió Rebeca con su cántaro sobre el hombro. Rebeca era hija de Betuel, hijo de Milca, mujer de Nacor, hermano de Abraham. (Génesis 24.15). Rebeca aceptó de buen grado la petición, demostrando que Dios estaba en aquella obra. Su familia también consintió de buen grado. Así que Isaac, a la edad de 40 años (Génesis 25.20), ¡por fin iba a casarse con Rebeca!

Rebeca significa mujer que cautiva a los hombres por su gran belleza. Sin embargo, ni este atributo físico ni la amabilidad mostrada a Eliezer bastaron para convencerle de que ella era la elegida del Señor. La Biblia dice: El hombre, maravillado, la contemplaba en silencio, pues quería saber si Jehová había prosperado su viaje, o no. (Génesis 24.21). ¡Actuar con prudencia en todo momento es muy importante para quien confía en Dios!

Hablando con la joven, Eliezer se dio cuenta de la dulzura de una hija de Dios preparada para el heredero de la promesa. Entonces el siervo de Abrahán adoró a Dios: El hombre entonces se inclinó y adoró a Jehová, 27 y dijo: «Bendito sea Jehová, Dios de mi amo Abraham, que no apartó de mi amo su misericordia y su verdad, y que me ha guiado en el camino a casa de los hermanos de mi amo.» (Génesis 24.26-27). ¡Todo salió de forma excelente!

Eliezer era un buen hombre. Cuando aprendió de Abraham a temer a Dios, confió en que tendría éxito. De hecho, realizar esa misión fue más fácil de lo que imaginaba. La buena disposición de Rebeca para ir con él y la caravana que lo acompañó demostraron que Dios estaba actuando.

 

En Cristo, con amor,

 

R. R. Soares


La Oración de Hoy

¡Señor del encuentro preciso! Es imposible no conmoverse ante todo lo que Tú has preparado para que Eliezer cumpliera su misión de encontrar una esposa para Isaac entre los parientes de Abraham. Ese siervo fue conducido por Ti directamente a la casa del hermano del patriarca. ¡Tú eres perfecto y puro!

Tú le habías dicho a Rebeca que recibiría una honorable invitación y que debía aceptarla. Que aprendamos a escucharte, pues tienes muchas cosas especiales para Tu pueblo en estos días. A Ti sea la gloria ahora y siempre. ¡Te amamos Padre!

Ella se levantó con sus criadas y, decidida, subió a los camellos y siguió al hombre responsable de su felicidad. Es bueno encontrarse con personas que aman a Dios y hacen el bien. Eso también es una recompensa que viene de Ti, Padre.