LLEVADOS AL CAUTIVERIO

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2025-06-20 03:00:00
Asimismo se llevó cautivos de Jerusalén a Babilonia a Joaquín, a la madre del rey, a las mujeres del rey, a sus oficiales y a los poderosos de la tierra.
2 Reyes 24.15
La falta de amor a Dios -tener los mandamientos y guardarlos (S. Juan 14.21)- fue responsable del mal que sobrevino al reino de Judá. Lo mismo le sucede a cualquier pueblo que desprecia la ley del Señor (Deuteronomio 28.15-68). Algunas personas se enfrentan a la miseria y se desaniman porque no pueden contar con la mano de Dios actuando a su favor. Es imposible mejorar la propia vida sin amar a Dios.
Los profetas revelaron que el fin de los habitantes de Judá sería terrible, pero no reaccionaron ante ese sufrimiento. Predicando con lágrimas en los ojos, Jeremías dijo que irían a Babilonia, y no hubo un solo siervo del Señor que cerrara la brecha para impedir que entrara el enemigo que estaba dispuesto a oprimir al pueblo liberado de Egipto (Jeremías 20.4). Hay familias que pasan por tribulaciones, pero no despiertan ante la advertencia del Señor.
Cualquiera que se niegue a escuchar al Señor no experimentará 70 años de aflicción como sucedió en Babilonia. Verán la perdición eterna anunciada por Jesús y los que predican la Biblia, y será para siempre (S. Mateo 25.41; Apocalipsis 21.8). Esta vez, los cautivos de Satanás irán al lago de fuego y azufre y permanecerán allí para siempre, donde habrá llanto y crujir de dientes. No importa cuánto rueguen, ¡no habrá una segunda oportunidad!
Los «sabios de Judá» no admitían que les ocurriera tal desventura, porque todo lo que tenían que hacer era ir a Silo y clamar a Dios, y todo se arreglaría. Así que cuando Nabucodonosor atacó, se llevó cautivo al rey Joaquín, hijo del famoso rey Josías, así como a la madre del rey y a toda la familia real, a sus oficiales y a los poderosos de aquel territorio. Todos fueron llevados de Jerusalén a la lejana Babilonia. ¡Qué tristeza!
Imagine la vergüenza de Joaquín y lo mejor de Judá, al ser llevados cautivos a esa tierra extranjera, ¡cuyo viaje duró alrededor de cuatro meses! Qué desesperados estaban, pero ¿qué podían hacer? No creyeron a los profetas enviados por el Altísimo y probaron lo doloroso que es el látigo del diablo. Quien no ama a Dios se desesperará cuando tenga que marchar hacia la perdición, sabiendo que nunca saldrá de allí.
La Palabra del Señor se cumple en la vida de la persona que la recibe en su corazón y sigue las enseñanzas que contiene. Así, el poder de Dios que acompañaba la promesa de bendición pronto se materializará. Dios es fiel para cumplir todo lo que nos anuncia. Aunque tarde años, el Señor cumplirá la promesa hasta el punto de la i.
Ahora bien, quien desprecie la Palabra verá el justo cumplimiento de las advertencias sobre los males que saldrán a la luz. Por eso, nunca niegue a Dios el derecho a advertirle de la desgracia que espera a quienes prefieren vivir en rebeldía contra Él. Se darán cuenta de que han tomado la decisión más insensata de todas. ¡Vale la pena ser obediente!
En Cristo, con amor,
R. R. Soares
La Oración de Hoy
¡Dios de las santas advertencias! Los habitantes de Judá erraron y no se volvieron a Ti, sino que continuaron en pecado, incluso riéndose de Tus testimonios. ¡Entonces el rey de Babilonia los llevó a una tierra extraña de lengua difícil y gran dolor!
Como sucedió con el reino del norte, que cayó en manos de los asirios, los israelitas que vivían en el sur también fueron esclavizados. Los que no atienden a Tu llamada para enderezarse van a la escuela del mundo para aprender a temerte.
Los que presenciaron cómo el rey Joaquín y toda su familia marchaban a Babilonia vieron que es desastroso despreciar Tu consejo, porque sucederá lo que Tú dices. Los enemigos no tuvieron piedad de la familia real, haciéndola caer en la más humillante de las derrotas.