LO QUE VIENE DE DIOS

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2025-09-05 03:00:00
Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza ni sombra de variación.
Santiago 1.17
La filosofía de que no importa quién ayude, porque lo importante es recibir el alivio necesario, hará que quienes buscan la fuente equivocada paguen un alto precio. Si la ayuda prometida viene del diablo, rechácela. Deseche todo lo que no venga del Cielo; de lo contrario, el mal le perturbará y le destruirá. El enemigo busca a quienes no se preocupan por el origen de lo que aparentemente es beneficioso. Poco a poco, el diablo socava su confianza en Dios y actúa libremente en su vida. El versículo destacado dice que toda buena dádiva y todo don perfecto proviene de lo Alto, por lo tanto, no se pagará por nada. Necesitamos aprender más sobre la obra de Cristo a favor de la humanidad, ya que sufrió nuestras enfermedades y dolencias (Isaías 53.4-5). Ahora bien, si Él hizo todo esto, ¿por qué tendremos que pagar el precio del sufrimiento, del dolor y de las limitaciones? ¡Seamos libres ahora!
La Biblia no enseña que el mal será erradicado de su vida gradualmente, sino que al ordenarle al problema que se vaya en el Nombre de Jesús, este pronto se retirará. La sanidad le ha sido provista para que sea libre con una sola orden. Medite en esta declaración de Pedro y confiésela: «Él mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia. ¡Por su herida habéis sido sanados!» (1 Pedro 2.24).
La sanidad ocurre por la fe, la cual le será ministrada al escuchar el testimonio de Dios en Su Palabra. Al creer en las verdades bíblicas, comprenderá que estas revelaciones son para usted y sentirá el gozo que proviene del Señor. Entonces, podrá dar su orden, expulsando la enfermedad de su cuerpo en el nombre de Cristo. Al creer que ha sido escuchado, los síntomas desaparecerán. Nunca le dé importancia a las dudas que el maligno ha traído a su corazón.
La Biblia dice que por fe andamos, no por vista (2 Corintios 5.7). No deje de tomar los medicamentos que le recetó su médico. Si nota que vuelven los síntomas, vuelva al especialista. Si después de examinarlo, éste comprueba que la enfermedad ha desaparecido, recibirá la buena noticia. Jesús dijo: «Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos.» (S. Mateo 9.12b). Deje que el médico le examine; después de todo, no puede haber conflicto entre él y el Señor.
En el Señor no hay cambio. Lo que Él dijo al principio de la creación sigue siendo cierto hasta el fin de los tiempos. En el mundo todo cambia, como la ciencia, la política y la humanidad, pero Dios es y siempre será el mismo. Él no cambia y concede a quienes lo necesitan el poder de liberarse del mal. Crea en el Padre celestial, para que le enseñe el camino a seguir y le guíe con Su mirada (Salmo 32.8). ¡La bendición está asegurada!
La Biblia llama al Señor Padre de las Luces porque ilumina a quienes Lo buscan. La bendición que necesita se obtiene por fe, libremente y sin sufrimiento. Usted es bienvenido a la familia divina; solo debe meditar en la Palabra para que la fe entre en su corazón (Romanos 10.17). Ella es necesaria para que se conecte con Dios y tenga éxito (Hebreos 11.6).
En Cristo, con amor,
R. R. Soares
La Oración de Hoy
¡Señor de la Verdad inmutable! Muchos Te buscan en el Evangelio y Te encontrarán antes de lo que creen. ¡Ayuda a los que han sido mal enseñados a conocer verdaderamente la Buena Nueva de Tu Reino y a experimentar Tu amor!
Mi oración es que todos sean iluminados por Tu luz y se apropien de los buenos dones y del don perfecto que proviene de Tu trono. Te doy gracias por quienes Te abren su corazón y creen en Tu Palabra.
Tú eres el Padre de las luces, que nada las puede oscurecer. En Ti, no hay ni habrá sombra de duda sobre Tu voluntad. Quienes Te aman también son amados. Padre, ¡nunca tendremos sorpresas desagradables de Tu parte!