NADIE PODRÁ HACERTE FRENTE

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2024-01-15 03:00:00

Nadie podrá hacerte frente en todos los días de tu vida: como estuve

con Moisés, estaré contigo; no te dejaré ni te desampararé.

Josué 1.5

Esta palabra fue enviada a Josué para animarle y evitar que el enemigo le hiciera daño o lo paralizara. Lo que Dios revela a alguien, por medio de las Escrituras, trae misiones especiales a la vida de esa persona, porque ese mensaje la santifica, la prepara y le da el poder para cumplir la voluntad de Dios (Isaías 55.10-13; S. Juan 15.1-3). Por lo tanto, desde el momento en que la revelación ilumina su espíritu, ya sabe lo que debe hacer y debe actuar conforme a esa instrucción.

Josué recibió el mensaje de fe y el estímulo para no dudar nunca y ejercer su derecho como líder levantado por Dios sobre Su pueblo. Josué estaba siendo preparado para esa tarea, y ya no había razón para pedir que Moisés, llevado a la Gloria, fuera devuelto. Las personas entrenadas por el Señor para el ministerio y puestas a cargo de la obra deben asumir su cargo con prontitud y sin temor (2 Timoteo 4.5).

Cuando se revela la Palabra, nadie necesita orar para que Dios confirme lo que ya ha dicho, porque siempre habla con claridad. Josué dirigía a los israelitas para ocupar Canaán, como se le había dicho. Sin embargo, considerándose incapaz e inexperto, y sintiendo el peso de la responsabilidad, quiso que Moisés volviera para ayudarle en las batallas. El Todopoderoso dijo al nuevo líder: "Nadie podrá hacerte frente”.

El Señor estaría con Josué, confirmando su Palabra, y vencería a los enemigos que trataron de impedir su victoria. Los adversarios de Israel no impidieron el avance del pueblo de Dios hacia el cumplimiento de las promesas divinas. Del mismo modo, el cristiano puede estar seguro de que la presencia del Altísimo lo llevará a poseer todo lo que Él le ha prometido. Por eso, ¡avance por la fe en el Señor y posea lo que es suyo!

Dios garantizó que, al igual que hizo con Moisés -que sacó a los hebreos de Egipto, la nación más grande en aquellos días, que vivían como esclavos sin ningún derecho-, haría lo mismo con Josué y sus liderados. Por lo tanto, este líder no debería temer ninguna amenaza, porque nadie le haría frente. El hombre de Dios no tiene que respetar la apariencia de los malvados, sino avanzar y conquistar.

Moisés logró liberar a los hijos de Jacob de Egipto, llevándolos a ocupar el territorio de los pueblos que ya eran hostiles a su presencia. El Señor eligió a Josué para que siguiera con esta obra de liberación y le garantizó que lo utilizaría igual que a Moisés, cuando lo protegió de cualquier problema durante la lucha contra los reyes amorreos Seón, rey de Hesbón, y Og, rey de Basán, y los derrotó de forma vejatoria (Deuteronomio 29.7). ¡Dios es fiel!

El mensaje es el mismo para los cristianos de hoy. Debemos vencer a las fuerzas de las tinieblas para darle a Dios la gloria que merece. Así como el Altísimo estuvo con Moisés, estaría con Josué. Como estuvo con Jesús, así estará con los que hacen Su obra con amor y fidelidad (S. Juan 14.12). Así que, ¡acepte y cumpla su llamado!

 

En Cristo, con amor,

 

R. R. Soares

La Oración de Hoy

Dios, ¡Escudo y Fuerza! Lo que has hecho en favor de los que Te aman y Te sirven está aún por entenderse. Al declarar que nadie nos haría frente, has hecho todo lo posible para que seamos Tus testigos ante el mundo. Te damos gracias por amarnos.

Además de decir que seríamos la derrota segura del enemigo, dijiste que Tu mano estaría sobre nosotros cada día. Esto nos motiva a creer en Tu Palabra y a vivir sin miedo, porque Tú nos protegerás, ¡aunque venga el enemigo con todo su odio!

Así como estuviste con Jesús, estarás con nosotros. Aunque seamos infieles, seguirás siendo fiel, porque nunca nos abandonarás. ¡Es hermoso tenerte como nuestro Sustentador, el Renovador de nuestras fuerzas y nuestro fiel Comandante!