NI EN TU FUROR NI EN TU IRA

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2024-12-16 03:00:00

Jehová, no me reprendas en tu furor, ni me castigues en tu ira.


Salmo 38.1

La mejor manera de servir al Señor es en Su amor. Por eso debemos dejar que Él nos instruya en el camino que debemos andar y fije Sus ojos sobre nosotros (Salmo 32.8). Al hacerlo, seremos conducidos en paz, como prometen las Escrituras: »Porque con alegría saldréis y con paz regresaréis. Los montes y los collados levantarán canción delante de vosotros, y todos los árboles del campo darán palmadas de aplauso. (Isaías 55.12).

El Señor nos sacó con alegría del imperio de las tinieblas. Fue el soldado victorioso que entró donde el enemigo guardaba su presa y la liberó. Me imagino cómo estaría el corazón de Jesús al salir de Bosra, donde, solo, se enfrentó a las tropas del Infierno y salió triunfante, llevando la Buena Nueva a la humanidad (Isaías 63.1-6). Cristo conquistó para nosotros un lugar destacado en el Reino de los Cielos, siendo llamados hijos Suyos y, al mismo tiempo, engendradores de hijos para Él (S. Mateo 28.18-20; S. Juan 1.12).

Hemos sido transportados de la prisión del diablo, donde no teníamos paz ni seguridad, al Reino de Dios, donde permaneceremos para siempre. En la morada celestial reina la justicia, gobierna el amor y nunca nos quitarán la paz. No hay forma de que el diablo pueda oprimirnos de nuevo, llevándonos a vivir en la derrota, porque Cristo le ha quitado la llave de la muerte y del Infierno. ¿Por qué preocuparse por algo que nunca sucederá? La derrota de Satanás y sus demonios es eterna (Colosenses 2.15).

Dios nos asegura que saldremos de cualquier trampa que el diablo haya tendido para atraparnos. Somos liberados de toda fuerza maligna y de los asquerosos deseos de las tinieblas. Nada puede detenernos o impedir que seamos libres y disfrutemos de las ricas bendiciones prometidas en la Biblia. Despierte y salga de la depresión o de cualquier problema espiritual que le atrape en el desencanto. ¡Está llamado a formar parte del Reino de Dios!

Cuando un cristiano atraviesa un bosque, no ve las colinas exclamando de felicidad ante su rostro, pero Dios, que es Omnisciente, sí. Debe creer en el Señor e impedir que exista en su corazón o en sus pensamientos cualquier sentimiento de indignidad. Quien es de Cristo es una nueva creación, y se acabó la esclavitud: De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es: las cosas viejas pasaron; todas son hechas nuevas. (2 Corintios 5.17).

Solo Dios tiene esta visión de la naturaleza aplaudiéndonos y a Él también. Jesús también se alegra de que hayamos sido salvados después de creer lo que Dios habló a nuestros corazones sobre la obra que hizo en la cruz para redimirnos de la caída y sus consecuencias. La naturaleza se alegra porque hemos sido aceptados en la presencia del Padre, de donde nunca saldremos. ¡Solo el Altísimo podía hacer eso!

David pidió no ser reprendido en un momento de desagrado de Dios. El salmista no quería sufrir por el mal que había hecho, porque sin duda se arrepentiría y sería perdonado. No quería ser castigado en la ira de Dios, un tiempo de intensa colera por parte del Señor contra los que Le ignoraban. Desafortunadamente, hay quienes aplauden al diablo. Ya hemos sido salvados al aceptar a Jesús como Salvador. ¡Que el amor de Dios siempre nos cubra y nos guíe!

 

En Cristo, con amor,

 

R. R. Soares

La Oración de Hoy

¡Señor de amor y misericordia! Porque hemos sido aceptados como Tus hijos, el mal nunca más nos dominará ni nos castigará. Somos libres porque estamos en Tu Reino de amor y de paz. ¡Ya hemos abandonado con alegría el reino de las tinieblas y del tormento!

¡Siempre seremos guiados en paz! Las montañas y las colinas exclamarán de alegría cuando nos vean pasar, y los árboles del campo aplaudirán, porque hemos hecho lo que Tú dijiste, y esto ayuda a toda la naturaleza. Somos libres para disfrutar de la nueva vida en Cristo.

Nunca seremos reprendidos en Tu furor ni castigados en Tu ira, porque todo eso ya pasó para los que están en Cristo Jesús. ¡Las bendiciones conquistadas por Jesús nos serán dadas! ¡Te damos gracias por Tu obra!