NO HAGA COMO ELLOS

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2024-11-12 03:00:00

Así que, todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo; pero no hagáis conforme a sus obras, porque dicen, pero no hacen.


San Mateo 23.3

En el capítulo 23 de San Mateo, Jesús mencionó mucho a los escribas y fariseos - que parecían estar alineados con el Cielo, pero actuaban en contra de la Biblia. Aparentaban ser piadosos, pero carecían de esta cualidad y del temor de Dios. Sus propósitos y prácticas eran exactamente lo contrario de la voluntad del Señor, y por eso iban caminando hacia la perdición (S. Lucas 6.46).

 El Salvador dijo a la gente la verdad sobre estos religiosos: parecían de una manera, pero actuaban de otra. Nada de lo que decían correspondía con el testimonio de la Palabra de Cristo, porque no tenían la revelación celestial. Esto sucede también con los que están en pecado, pero piensan que el Altísimo nunca los condenará. Su hipocresía los condenará. ¡Cuidado!

El examinar al que se refiere Jesús se hace de acuerdo con las Escrituras. Aunque muchos son prudentes en sus palabras, no siempre consiguen actuar de esa manera. Cuando una persona peca, su semblante la delata. Otra forma de saber si está en comunión con el Cielo es analizar su conversación, pues la Palabra dice: Porque aquel a quien Dios envió, las palabras de Dios habla, pues Dios no da el Espíritu por medida. (S. Juan 3.34)

Una vez que haya observado el Libro Sagrado, el Espíritu de Dios le abrirá los ojos a lo que Él le ha hecho comprender, y no a lo que su mente ha descubierto. A partir de entonces, usted podrá poner en práctica la revelación. Recuerde: cualquiera que intente hacerse pasar por cristiano y pretenda ser enviado del Cielo no es más que un agente del diablo. Quien no habla conforme a la Palabra está lejos de la presencia divina. ¡Sea sabio y siga siempre las declaraciones bíblicas!

Lo correcto es obedecer siempre las Escrituras, aunque alguien actúe fuera del contexto bíblico. Lo que se entiende en la Palabra no ha sido revelado por una persona, sino por el Espíritu Santo. Jesús habló del Consolador, garantizando que nos enseñaría lo que fuera dicho en el Cielo: Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas y os recordará todo lo que yo os he dicho. (S. Juan 14.26).

        Necesitamos poner en práctica las instrucciones del Señor, porque su única fuente es la Palabra. Sin embargo, actuamos mal cuando, habiendo comprendido la voluntad de Dios, no la ponemos en práctica. Somos responsables de cumplir las directrices del Altísimo, no las de un autoproclamado profeta. Examine cada palabra que se le diga, pero haga solo lo que Dios le mande. ¡El Señor sabe cómo hablarnos y confirmará nuestras determinaciones!

Nunca podemos imitar las acciones de alguien que no teme a Dios, porque, al ser impíos, no serán utilizados por el Padre celestial. Los réprobos en sus obras no merecen la menor atención. Cuando tenga dudas sobre cualquier asunto, ore al respecto y espere a que las Escrituras le muestren la instrucción adecuada. ¡El Señor siempre ayudará al que cree!

 

        En Cristo, con amor,

 

        R. R. Soares

La Oración de Hoy

     ¡Dios de la santa advertencia! Queremos permanecer conectados a Ti para no hacer nada de lo que hacen los pecadores. Muéstranos si la vasija que dice servirte realmente Te teme y es enviado del Cielo para ayudarnos. Queremos examinar todas las cosas y quedarnos siempre con lo bueno.

Obedeceremos lo que, durante la entrega del mensaje, esté basado en las Escrituras. Tú eres perfecto y no nos dejarás sin ayuda en ningún asunto. ¡Haremos confiadamente lo que Tú nos ordenes en Tu Nombre!

Nunca seguiremos los pasos de aquellos que pecan. Te estaremos eternamente agradecidos por mostrarnos la Verdad. Nos alejaremos de la gente que no Te ama, porque, aunque digan lo correcto, no practican la Palabra. ¡Danos fe Señor!