La base de las cosas es el Señor, que creó todo de la nada. Dios es el Origen de nuestra vida y de nuestro retorno a la comunión con Él. Todo lo que el Creador ha hecho, incluyendo la salvación y el llamado a que formemos parte del Cuerpo de Cristo, son obras perfectas. Las revelaciones de Su Palabra son lo mejor que podríamos tener en todos los sentidos, pues nos llevan de regreso a Dios y nos limpian del pecado (S. Juan 15.3).

No hay un solo vicio, por pequeño que sea, en la obra de la salvación del ser humano. Los que han vivido en el crimen serán redimidos de tal manera que no quedará ninguna mancha de la vida pasada. Dios hace lo mismo con las personas que han caído y dejado una vida de adulterio y prostitución, convirtiéndolas en ejemplos para los demás (2 Corintios 5.17; 1 Corintios 6.9-11). La obra de Dios es perfecta, ¡así que los perdonados por el Señor pueden llegar a las posiciones más altas!

El Altísimo tiene Sus caminos y nos permite caminar por ellos. Cada revelación que viene de Él es un nuevo camino para que caminemos. Así es como debemos acudir a Dios en tiempos de crisis. Entonces Él nos bendecirá en gran manera. Nunca deje que la duda pasee sobre su mente; después de todo, es una de las armas más mortíferas que las tinieblas utilizan para alejarle del Padre celestial. ¡Crea lo que Él le dice en la Palabra!

Dios no mostraría a nadie una dirección que no fuera ejecutada por Él. Por lo tanto, todos pueden confiar en la guía de Dios. Cuando el Señor le diga que ha sido perdonado (1 Juan 1.9), crea con todo su corazón, porque el diablo utilizará todos los medios para hacerle perder la fe. El que duda de Dios le llama mentiroso, así que nunca deje que su boca haga pecar a su corazón. ¡Creer en Dios es creer en Su Palabra!

El Señor es la Verdad, la realidad pura de las cosas (S. Juan 14.6; Colosenses 16.17). Lo que Él dice es completamente santo. Así que, levántese como la Palabra le instruye. En Dios hay mucho más de lo que necesita para asumir cualquier posición prominente en la vida. La persona llamada por Dios estará lista para ser un ejemplo de purificación realizada por Aquel que es el Único sin ningún rastro de maldad en Su composición.

En todas las sentencias emitidas por Dios no hay maldad, pues Él nunca quitará a quien posee la verdad su derecho (Salmo 145.17). Por eso, viva irreprochablemente para que no pierda la oportunidad de brillar en un mundo oscuro, siendo ejemplo para los demás (Filipenses 2.15). El Padre actúa con equidad, siendo el mayor Ejemplo que tenemos en la vida. Nunca le dé al diablo la oportunidad de alejarle de la presencia de Dios. ¡En Él usted se realizará!

El Todopoderoso es el Juez justo que nunca se deja corromper, cuya obra es perfecta. En Él encontrará justicia para los agraviados y honor para cumplir las promesas divinas. Esto alegrará a los que confían en la Palabra. Dios es recto, no se inclina ni se doblega ante los injustos y los obradores de iniquidad, salvo para darles el perdón cuando se arrepienten. ¡Él es el Salvador!

En Cristo, con amor,

R. R. Soares