NO SIGA A OTROS DIOSES

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2025-06-14 03:00:00

No vayáis detrás de dioses ajenos, de los dioses de los pueblos que están en vuestros contornos.


Deuteronomio 6.14

Por conocer los asuntos espirituales, los malvados son capaces de hacer cosas increíbles para acercarse a Dios, pero esto es innecesario. Cuando una persona aprende que puede encontrar al Señor en la Palabra, comienza a caminar con el Padre. Con esto germina la fe que obra maravillas y la obra está realizada. Lo contrario ocurre cuando nos enseñan las doctrinas religiosas que existen en el mundo.

Cuando Jacob vio que sus hijos habían obrado con locura, matando a Siquem, a su padre y a todos los hombres de aquella ciudad, porque el príncipe había abusado de Dina, hija de Jacob, el Señor envió al patriarca a Betel, donde se había encontrado con él (Génesis 34 y 35). Jacob deseaba un cambio en su hogar y sentía que su pueblo debía reformar la fe que había practicado hasta entonces, pues había entre ellos dioses ajenos a las promesas que Dios hizo al patriarca y a sus descendientes.

Una de las preocupaciones de Jacob era la posesión de ídolos, que en sí mismos no son nada. Sin embargo, si los hijos depositaran su confianza en estas vanas creencias, no tendrían forma de activar la verdadera fe. Entonces Jacob dijo a su familia y a todos los que con él estaban: —Quitad los dioses ajenos que hay entre vosotros, limpiaos y mudad vuestros vestidos. (Génesis 35.2). ¡Haga algo similar por su propio bien!

Es esencial despojar a su casa del misticismo. Aunque tal participación no es comparable con servir al Dios verdadero, uno debe notar lo que dijo el Señor acerca de las personas que ceden a los demonios: «El que ofrezca sacrificio a otros dioses en vez de ofrecérselo solamente a Jehová, será muerto.» (Éxodo 22.20). ¡Tenga cuidado! Esto nunca puede suceder en su familia, porque es pecado abrir el corazón a las prohibiciones de la Palabra.

El Todopoderoso prohibió a los hijos de Israel hacer pacto con el pueblo de Canaán, quienes eran místicos y se dedicaban a diversos ídolos. Uno de estos dioses era tan malvado que pedía sacrificios de niños a cambio de buenas cosechas, algo repugnante a los ojos del Padre. Los israelitas no podían hacer pacto con ninguno de aquellos pueblos ni con sus dioses (Éxodo 23.32). ¡Somos santos para Dios!

Las prohibiciones del Señor protegieron a los hijos de Jacob de someterse al diablo. La razón para prohibirles asociarse con los cananeos y otros pueblos de la región fue explicada así: «En tu tierra no habitarán, no sea que te hagan pecar contra mí sirviendo a sus dioses, porque te será tropiezo.» (Éxodo 23.33). ¡Huya de estos lazos malignos!

Moisés hizo una comparación entre el Dios verdadero y los ídolos de otros pueblos, enseñando algo que nosotros debemos aprender: «Porque ¿qué nación grande hay que tenga dioses tan cercanos a ellos como lo está Jehová, nuestro Dios, en todo cuanto le pedimos?» (Deuteronomio 4.7). Preste atención, ¡porque nuestro Dios quiere respondernos inmediatamente!

 

En Cristo, con amor,

 

     R. R. Soares


La Oración de Hoy

¡Señor, ven a nosotros! ¿Por qué hemos perdido el tiempo con oraciones que nunca serán respondidas, si Tú estás cerca de nosotros cada vez que Te invocamos para que nos ayudes y nos bendigas? ¡Necesitamos crecer en la fe para hacer lo mejor que podamos!

Los pueblos del mundo no tienen ningún dios cerca que pueda ayudarlos en sus errores y en sus necesidades. ¡En cuanto a Ti, podemos clamar y salir bien parados de nuestras luchas, porque Tú eres el Hombre de Guerra que nos ayuda día y noche!

Te damos gracias por respondernos cuando oramos a Ti. Nuestro placer es contar Contigo, porque nunca nos abandonarás. Por eso Te amamos con todo nuestro corazón y entendimiento. ¡Tú eres un Dios que se complace en nosotros!