¡Qué instrumento tan poderoso ha puesto el Altísimo en nuestras manos para que rechacemos los ataques de las fuerzas de las tinieblas que se atreven a venir contra nosotros! La Palabra de Dios es viva, tiene vida propia y es eficaz. Esto significa que ella es capaz de derrotar cualquier ataque del maligno. Además, es más cortante que cualquier arma de dos filos. Si esto se hubiera escrito hoy, tal vez se habría afirmado que destruye más que los misiles modernos.

Habiendo entendido cualquier pasaje bíblico, vaya contra el mal para destruirlo. A medida que use sus derechos con el tiempo, verá que los demonios temblarán de miedo al enfrentarle, pues saben que usted sabe actuar en el Nombre de Jesús (S. Marcos 11.23; S. Juan 15.7). Agradezca al Todopoderoso por poner en su mano esta Espada que le libera de las trampas que le envía el Infierno. De ahora en adelante, ¡vístase como el guerrero de Dios!

La capacidad de esta arma que le ha sido dada es mayor de lo que nuestra mente puede comprender, porque puede penetrar lo impenetrable, separando el alma del espíritu. Esto significa que usted podrá separar la parte contaminada de una célula, liberándola del cáncer u otras enfermedades. ¡Esto es tremendo! El cristiano puede realizar hazañas por la fe, utilizando el poder dado por Jesús sobre las artimañas del diablo.

De hecho, en cada caso por el que intercedemos, debemos ser dirigidos por el Espíritu Santo; de esta manera podremos dar la orden para que sucedan maravillas. Jesús no dijo que somos nosotros: »Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí y yo en él, éste lleva mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer (S. Juan 15.5). Busque estar continuamente en el Señor por la fe, y Él estará en usted. ¡Si existe esta comunión, se harán las mismas obras!

Los médicos no pueden entrar en las células enfermas para sanarlas, aprovecharlas y fortalecerlas para que funcionen de manera saludable, pero la Palabra sí puede. Por tanto, todo cristiano necesita estar bien con el Señor, sin pecados ocultos, ni siquiera el más mínimo deseo de “calentar” el matrimonio. La Palabra separa las coyunturas de la médula, llevándole a liberarle de los malos pensamientos y fantasías sexuales que le destruyen.

Recibimos poder para servir al Señor en nuestros días, pero es necesario creer y tener un corazón puro. Sin duda el diablo le ofrecerá mucho para sacarle de su posición en Cristo. Además de la Biblia, trate de leer libros sobre la fe, evite los hermanos carnales e irresponsables y nunca mire programas que ensucien la mente. ¡Dedíquese al Todopoderoso y Él le hará fructífero en lo que ha planeado para su vida!

Después de madurar en la fe, usted será utilizado para realizar obras mayores. La Palabra que le salvó también le hará discernir los pensamientos y las intenciones del corazón. Es hora de darle a Dios el lugar que le corresponde en su vida; ¡Con esto será bendecido y bendecirá a mucha gente!

En Cristo, con amor,

R. R. Soares