PARA QUE PROPSPERÉIS

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2024-05-22 03:00:00

Guardaréis, pues, las palabras de este pacto y las pondréis por obra, para que prosperéis en todo lo que hagáis.


Deuteronomio 29.9

Después de darnos cuenta de que Moisés fue usado para describir al Señor, llamándolo Dios misericordioso (Deuteronomio 4.31), nuestra atención debe dirigirse a las enseñanzas de la Biblia; al fin y al cabo, no se pusieron ahí en vano, sino para salvarnos de las manos del enemigo. No necesitamos sufrir ni vivir dominados por el pecado, sino caminar por la senda que nos llevará a prosperar en todo. En Cristo, somos más que vencedores (Romanos 8.37; 2 Corintios 2.14).

Moisés nos dio una sugerencia para cerciorarnos de la naturaleza y el honor del Señor y de su Espíritu, diciendo: Porque pregunta ahora si en los tiempos pasados que han sido antes de ti, desde el día en que creó Dios al hombre sobre la tierra, si desde un extremo del cielo al otro se ha hecho cosa semejante a esta gran cosa, o se haya oído otra como ella. (Deuteronomio 4.32). ¡Seguir la sugerencia del hombre que liberó a Israel de Egipto nos dará la certeza de Quién es nuestro Padre!

        Deje que los eruditos le muestren algo parecido a las operaciones del Dios de Israel, las razones que tuvo para sacar a los hijos de Jacob de Egipto y conducirlos por un viaje que nadie había hecho durante 40 años por el desierto, sin que surgiera entre ellos una enfermedad: ¿Ha oído pueblo alguno la voz de Dios hablando de en medio del fuego, como tú la has oído, sin perecer? (Deuteronomio 4.33). ¡Todo sucedió para que supiéramos lo que el Señor es capaz de hacer en nuestro favor!

Las obras realizadas por el Altísimo entre los egipcios son dignas de reflexión, porque en ellas vemos cuánto ha hecho por la humanidad. Así dijo Moisés: ¿O ha intentado Dios venir a tomar para sí una nación de en medio de otra nación, con pruebas, con señales, con milagros y con guerra, y mano poderosa y brazo extendido, y hechos aterradores, como todo lo que hizo con vosotros Jehová, vuestro Dios, en Egipto ante tus ojos? (Deuteronomio 4.34). ¡Dios es maravilloso!

¿Cuál fue la razón por la que el Señor instruyó a Moisés a que informara de todo lo que viera y oyera de Él? Recordemos: Israel estaba formado por gente pobre, esclava y sin la instrucción de las demás naciones, pero ninguna de ellas tenía un código de conducta tan perfecto como el de los hijos de Jacob: A ti te fue mostrado, para que supieras que Jehová es Dios y que no hay otro fuera de él (Deuteronomio 4.35). ¡Solo podía haber Alguien inteligente detrás!

El libertador de los esclavos de Egipto no utilizó armas físicas ni mentales, sino la fe que le viene al hombre cuando escucha la Palabra de Dios y medita en ella. Moisés garantizó que el Todopoderoso no los abandonaría, y eso se vio en las guerras que libraron, en las que Su participación fue notoria. Un país minúsculo no fue derrotado por naciones más grandes y poderosas. Cuando pecaban, pronto se arrepentían, y Dios no los destruía.

La razón de tal amor era que el Altísimo nunca olvidaría el Pacto hecho con Sus patriarcas. Él es el Señor que pacta con los que quieren ser felices aquí y en la eternidad. Las Escrituras dicen que debemos guardar las palabras del Pacto y cumplirlas para que prosperemos en todo lo que hagamos. ¡La receta funciona para usted!

 

        En Cristo, con amor,

 

        R. R. Soares


La Oración de Hoy

     ¡Padre amoroso! Tú eres perfecto y bueno, pues nunca olvidas a Tu pueblo, manteniéndolo bajo Tu mirada en todo momento. En el desierto, había un milagro diario para Tus amados hijos de Jacob, ¡cuando Tú les abastecías durante los 40 años de peregrinación!

¡Cuántos niños salieron de Egipto y crecieron llevando las mismas sandalias, porque crecieron con ellas sin desgastarse! Ningún hombre fue corriendo a ninguna ciudad a comprar zapatos. ¡Estaban en aquel árido lugar bajo Tus manos!

         Nunca abandonaste ni destruiste a los Tuyos, sino que, en la universidad del Universo, Tu sabiduría hizo que aprendieran a temerte y honrarte. A nosotros nos siguen sucediendo cosas parecidas, ¡y sólo necesitamos cumplir las palabras de Tu Pacto para prosperar en todo!