QUEDARON ABANDONADOS LOS CAMINOS

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2023-11-27 03:00:00
En los días de Samgar hijo de Anat, en los días de Jael, quedaron abandonados los caminos, y los que andaban por las sendas se apartaron por senderos torcidos.
Jueces 5.6
Cuando un líder no tiene mano firme para dirigir al pueblo, todos aquellos a quienes dirige son perjudicados. Esto sucedió en los días de Samgar, cuando muchos andaban por caminos torcidos. Los que obedecen a Dios sirven mejor al pueblo que los que no tienen ningún compromiso con el Señor. Nunca ha habido un tiempo como éste, en el que podemos elegir lo que decimos y hacemos. La justicia divina ha actuado donde los problemas necesitan solución. ¡Dios está con nosotros!
No sabemos cuánto tiempo fue juez Samgar, pero algunos historiadores juntan su período con el de Aod, cuando la Tierra estuvo tranquila durante 80 años. Es probable que Samgar fuera juez al final de un período de paz, pero ya se podía ver la perturbación regresando a Israel. Esto nos lleva a creer que era un juez débil. En el canto de Débora, se dice que los caminos estaban desiertos, lo que provocaba todo tipo de adversidades. Sin Dios, ¡el diablo empieza a actuar!
La elección de quién dirigirá una nación debe hacerse con mucho cuidado, porque por cualquier razón, la gente se aparta del bien y comete actos de violencia, como ocurre hoy en día. Quién miente durante una campaña, prometiendo cosas imposibles de cumplir, ni siquiera debería haberse presentado como candidato. Si sale elegido, probablemente convertirá el país en su almacén particular, enriqueciéndose él y los suyos a costa de todos los demás. ¡Dios nos libre de quien tenga mal carácter!
Han sido 80 años de paz, pero como el líder era el mismo, y con la edad avanzada, puede que se haya distraído y haya perdido la severidad necesaria para un cargo así. Cuando suceden cosas así, la gente pierde el rumbo y el final es trágico. No sólo eso, sino que, a medida que el mundo se renueva con la muerte y el nacimiento de otros, algunas personas ya no aceptan el mismo trato que antes. La mayor degradación se produce cuando la gente deja de buscar al Señor (Salmo 53.1-4; Romanos 1.20-32).
Cuando son abandonados los buenos caminos, garantizados por la Palabra, todo va mal. Siempre hay que tomar los caminos indicados por Dios, o el mal se apoderará de nuestros corazones. Es inaceptable que los predicadores dejen de hablar de la Palabra que reprende y guía a las personas a caminar por caminos agradables, y acepten la moda que engaña a todos. ¡El secreto está en conocer el pasaje de Isaías 8.20, para no negar al Altísimo!
Los que antes caminaban por sendas, ahora han ido por senderos torcidos, llenos de falsas doctrinas y de una maraña de errores. En los senderos torcidos no encontrarán el consejo de Dios, sino sólo las mentiras del diablo. Comprenda: el hombre de bien debe esforzarse por mantenerse firme en la fe hasta el final, o hará cosas que causarán vergüenza. No podemos abandonar al Espíritu Santo para que escuchemos la voz del engaño. En Cristo, nunca seremos engañados, ¡sino victoriosos! (2 Corintios 2.14)
Aod hizo lo correcto, pero todo cansa y, sin un entendimiento renovado, nada funciona bien. Sólo las personas alimentadas por las Escrituras, que viven dentro del modelo bíblico, pueden dar lo mejor de sí mismas en cualquier ámbito de la vida. Ame al Señor como enseña la Biblia, ¡porque ésa es la manera de amar de verdad! (S. Juan 14.23)
En Cristo, con amor,
R. R. Soares
La Oración de Hoy
¡Dios restaurador! A veces escuchamos demasiadas voces, y eso es malo. Ayúdanos a escucharte sólo a Ti. No queremos cambiar Tu testimonio, sino someternos al Espíritu Santo. ¡Necesitamos dirección para que actuemos de manera correcta!
¿Por qué Samgar no siguió los pasos de Aod, que hizo que la tierra viviera en paz durante 80 años? ¡Qué bueno habría sido para la gente de entonces que Samgar hubiera seguido la guía y los pasos de sus antepasados! Padre, ¡gracias por amarnos!
Sin la dirección correcta, la gente cae en la decadencia moral. Cuando la violencia prevalece en las calles, incluso algunos de los justos actúan mal, cambiando lo correcto por lo pecaminoso. ¡Misericordia!