REUNIÓN DE LOS PODEROSOS

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2025-06-19 03:00:00
Dios se levanta en la reunión de los dioses; en medio de los dioses juzga.
Salmo 82.1
En el mundo hay muchos grupos considerados poderosos, cuya fuerza es muy superior a la de los demás. Cuando estos poderosos toman decisiones, muchos se desesperan, pensando que va a ocurrir algo muy grave. Sin embargo, solo sucederá lo que Dios permita. Los que tratan de hacerse pasar por buenas personas, pero tienen maldad en su corazón, alejan a los demás. ¡Cuidado!
Los dioses o poderosos, aquí descritos son siervos del Señor que usaron la Palabra para que Dios actuara incluso en tiempos de adversidad. Tenían esperanza en el Altísimo, y no la abandonaron. Estos poderosos no lucharon por esta posición, lo conquistaron por elección divina. El Señor vio que eran conforme a Su corazón. No amaron la vida hasta la muerte, sino que ¡amaron al Altísimo y creyeron en Él!
El Todopoderoso no está en la congregación de los fracasados y perdidos, de los que no quieren cambiar de vida, que dan gloria al enemigo y no a Dios. Quien se entrega a Cristo es transformado a imagen y semejanza del Señor, le agrada y nunca es vencido. Usted puede y debe ser esa clase de persona; después de todo, Jesús venció al diablo para que usted pudiera tener éxito. El Hijo ha preparado todo para su bien.
Cuando la Palabra de fe entra en su corazón, cambia completamente su vida. Si antes solo había derrotas, ahora pasa a coleccionar victorias. La Palabra llega a usted con poder para hacerle triunfar. Sin embargo, si no acepta luchar para llegar a lo más alto del podio, la Palabra no hace nada. Solo permanecerá a su lado como testigo de su error y desprecio por la voluntad de Dios. Sea quien sea, ¡luche por triunfar!
Jesús dio testimonio de esta verdad cuando dijo a los judíos: «El Padre y yo uno somos.» (S. Juan 10.30). Esta afirmación les enfureció y quisieron apedrearle. La gente que no entiende las Escrituras también nos condena por pretender que podemos actuar como dioses cuando nos llega la Palabra de Dios y la pronunciamos con fe y determinación. Los incrédulos no aceptan esta realidad, pero en realidad es así: gracias a Jesús, somos poderosos.
Al ver que tenían piedras en las manos, Jesús les dijo que había hecho innumerables obras, y ellos lo sabían. Entonces el Señor les preguntó por qué obra lo matarían, y la respuesta que recibieron fue: por hacerse Dios (v. 33). El Maestro les hizo reflexionar sobre las palabras que se encuentran en el propio Libro Sagrado sobre Él: ¿No está escrito en vuestra Ley: “Yo dije: dioses sois”? (v. 34), en alusión al Salmo 82.6. ¡La Sagrada Escritura es pura verdad!
Siempre debemos leer la Biblia con atención y creer en ella para caminar por la senda correcta. En las páginas de la Biblia nunca habrá colisión de una verdad con otra. Todos los registros deben ser aceptados: «Pero como hombres moriréis, y como cualquiera de los príncipes caeréis.» (Salmo 82.7). En el momento de la unción, actuamos como dioses; en otros momentos, seguimos siendo hombres falibles, ¡poniendo siempre nuestra fe en Jesús!
En Cristo, con amor,
R. R. Soares
La Oración de Hoy
¡Señor de los poderosos! Todo lo que has dicho debe ser aceptado y asumido como propio. Así Te glorificaremos como Dios fiel. No hay salida para el hombre sino en Ti. Tenemos que creer en Tu plan, porque es perfecto.
¡Es hermoso ser usado por Ti! Hacemos cosas que el hombre natural nunca haría. De este modo, Te declaramos nuestro amor y consideración, como el Dios que eres y serás por toda la eternidad. ¡Que siempre estemos en la posición de hijos amados!
Todos los salvos son Tus hijos, pero los que reciben la revelación de la Palabra y la utilizan se convierten en ese momento en dioses y luego continúan alabándote y adorándote por tanta bondad. ¡Estemos atentos para cumplir Tu voluntad!