SIN PERDERSE NADA

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2024-01-18 03:00:00
Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre os las he dado a conocer.
San Juan 15.15
Es un privilegio ser llamado y aceptado como siervo de Dios, como dijo Abraham a los ángeles en las encinas de Mamré: Entonces Jehová dijo a Abraham: —¿Por qué se ha reído Sara? Pues dice: “¿Será cierto que he de dar a luz siendo ya vieja?” (Génesis 18.3). Esta declaración no era solo una petición cortés, sino que mostraba el placer de estar a disposición del Creador del Cielo y de la Tierra. No hay nada mejor que servir a Dios, pues Él cuida mucho de los que Le aman (S. Juan 14.23).
El Señor anunció un nuevo tratamiento para los que viven más cerca de Él: amigos. A este respecto, leemos Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando (S. Juan 15.14). Esta forma de tratarnos se debe a nuestra voluntad de cumplir los mandatos de Dios a cualquier precio. Todo lo que el Altísimo nos manda hacer se convierte en un santo privilegio, porque se transmiten las herramientas y la técnica, así como las habilidades para que la obra sea perfecta.
Dios nos llama amigos por las revelaciones que recibimos de Su Palabra. Según Él, ningún siervo conoce las acciones de su señor. Esto nos hace estar seguros: tenemos que prepararnos para recibir más misiones. El hecho de que nos dé una misión demuestra que lo hemos hecho bien en las pruebas anteriores. Dios sabe lo que hace. Así que nunca discuta con Él ni desprecie lo que Él le da para realizar. ¡Ámelo!
El título de amigos muestra que debemos valorar las palabras del Señor dirigidas a nosotros. Cuando sea convocado para actuar con Él en cualquier asunto, sea ágil y celoso. Cuando Dios nos asigna una tarea, ya está todo listo para que la llevemos a cabo. De esta forma, solo tiene que preguntarle el día y la hora para realizarla. Recuerde: ¡no se apresure, pues eso lo llevará al pecado! (Proverbios 20.25)
Jesús dijo que nos dio a conocer todo lo que oyó del Padre, y esto es muy serio. Quien quiera agradar a Cristo debe estudiar minuciosamente la Biblia para que comprenda tanto las revelaciones especiales como las de conocimiento general. Al tener conocimiento previo, el Señor sabe si podemos hacer la obra o no. Por supuesto, que Él nos dará toda la ayuda posible. El Maestro no nos necesita, pero para ayudarnos a crecer en la fe, ¡nos lleva a realizar Sus obras!
Cuando Abrahán sintió que ya no podía regatear más con el Señor para que renunciara a destruir Sodoma, ni siquiera preguntó por su sobrino, porque comprendió que el asunto ya estaba decidido: el Altísimo sabía qué, cuándo y cómo lo haría (Génesis 18.23-33). El patriarca no intercedió por Lot, porque se dio cuenta del amor de Dios por su sobrino. Así que, como su "hijo adoptivo", Lot sería protegido. El amor del Padre es más grande que el nuestro, así que no necesitamos intentar convencerle de nada, ¡solo creer!
En el día de la destrucción, Abraham era consciente de lo que sucedería y se levantó temprano, yendo ante Dios. Es bueno tener un lugar para hablar con Él y refugiarse en la oración y la fe. Abraham sabía que este lugar de grandes pecadores sería destruido. Lot no convirtió a nadie, aunque predicó, pero si el patriarca hubiera ido allí, Sodoma habría permanecido (S. Mateo 11.23).
En Cristo, con amor,
R. R. Soares
La Oración de Hoy
¡Señor de nuestra vida! Qué día tan memorable cuando enviaste noticias a Tu amigo Abraham sobre el plan para destruir la tierra donde vivía Lot. Abraham preguntó si Tú destruirías la ciudad si diez justos vivieran allí, y cuando no los encontró, ¡dejó de luchar por ella!
Guiado por Ti, en el momento justo, el patriarca se encontraba en el lugar donde Te había encontrado. Entonces vio el humo que se elevaba hacia el cielo como el de un horno, ejemplo de lo que le sucederá a la Tierra en el Juicio Final. Ese Día, los elementos, ardiendo se fundirán en el fuego.
¡Que estemos preparados para no ser subvertidos con el mundo! Tú nos librarás a nosotros y a los nuestros que están en Cristo. El fuego será mucho más grande, porque abarcará al mundo entero. ¡No nos dejes solos ni nos abandones!