TRISTE ERROR

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2025-08-30 03:00:00

Una vez despedida la multitud, se lo llevaron tal como estaba en la barca. También había otras barcas.


San Marcos 4.36

No hay nada peor que un hombre que se cree el mejor. Muchos ya no buscan al Creador y Señor de los caminos perfectos y toman caminos que parecen buenos, pero que al final son atajos que los desviarán del camino (Proverbios 14.12). Los discípulos llevaron a Jesús de cualquier manera, como a uno de ellos. ¡Cuidado! Si alguna vez pierde el respeto por Cristo, su alma estará en peligro. Cuando se dé cuenta de que una conversación se ha vuelto peligrosa, regrese arrepentido al camino del Señor.

La barca pertenecía a los discípulos, y Jesús, el Señor de ellos, no fue tratado como debía, por lo que ese viaje no fue fácil. Siempre debemos procurar andar ante Dios con temor y temblor (Filipenses 2.12). El hecho de que hayamos sido iluminados un poco no significa que estemos autorizados a dictar las reglas. Quien busca los mandamientos y los guarda ama al Hijo de Dios y, por Su voluntad, también será amado por Él (S. Juan 14.15,23). Entonces habrá paz y seguridad para esa persona.

Si la orden de dejar entrar a la multitud proviene del Señor, debemos obedecerle. Hay casos de pastores que han sido usados por Dios, pero no debemos exaltarlos; solo debemos engrandecer al Todopoderoso y agradecerle por las bendiciones. Todo siervo es enseñado por el Maestro, así como Salomón enseñó a los que le sirvieron. Esto llamó la atención de la sabia reina de Saba, quien le contó al rey lo asombrada que estaba, pero no corrompió a los siervos alabándolos (véase 1 Reyes 9).

Los pastores mencionados deben ser el blanco de nuestras oraciones, para que no cedan a algún espíritu maligno que los tiente a dejar su ministerio para empezar otro. Los que hacen esto a veces se dan cuenta de que ya no tienen la unción sobre ellos. Ahora, los que aman a Cristo tienen los mandamientos y los cumplen con alegría. Quizás el hecho de que otras barcas se acercaran a la barca de los discípulos los hizo sentir superiores y actuar indebidamente hacia el Salvador. ¡Perdieron con esta actitud!

Cuando algunas personas creen saber cómo proceder en la obra de Dios, pronto dejan de orar, y los demonios se regocijan, porque con un poco más de esfuerzo de su parte, se rebelarán y actuarán como les parezca ante el Padre. ¡Tenga cuidado! Cuando usted se considera fuerte, la debilidad sin duda ya se ha apoderado de su vida. Pero si se da cuenta de que es débil, debe clamar, confesando su pecado, y después de reconciliarse con el Señor en el camino, será fuerte en Sus manos (2 Corintios 12.7-10).

Desconfíe de los que llegan en su propia barca. El hecho de poseer algo valioso hace que las personas se sientan dignas de alabanza. Muchos, cuando se les ofrece la oportunidad de dejar el lugar donde han sido colocados, la aceptan sin la guía del Señor. Cuanto más Dios use su vida, más debe sentirse como su siervo, confesando que está firme por la misericordia divina. El pecado aparece en estos momentos para arrastrarle al precipicio. ¡Vele y ore!

En el próximo mensaje, veremos qué les sucederá a los que escuchan a su cónyuge, a su amigo y al diablo. Muchos se han perdido actuando según la carne y hoy sufren gran miseria. Los hombres de Judá rechazaron las advertencias de Jeremías y pronto se encontraron bajo la maldad de los babilonios. Los que rechazan la corrección pagan un alto precio por su negligencia.

 

En Cristo, con amor,

 

   R. R. Soares


La Oración de Hoy

¡Dios mío! Queremos estar a Tus pies, siguiendo Tu ejemplo en el camino que debemos seguir. Las tentaciones del enemigo no pueden ser nuestras maestras, sino que deben ser reprendidas en el nombre de Jesús.

Tu amor nos guiará en todo momento. Así como el diablo acudió a Jesús para tentarlo a desviarse de Tus mandamientos, él busca que nos consideremos iguales a los líderes de Tu casa, como sucedió con Miriam y Aarón, los hermanos de Moisés.

María contrajo lepra y, como resultado, fue abandonada fuera del campamento durante siete días, expuesta a bestias peligrosas. Experimentó una gran humillación. Tu corrección es la mejor medicina, por eso nunca rechazaremos Tu reprensión. ¡Sánanos, Señor!