UNA CAJA FUERTE INVIOLABLE

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2025-07-20 03:00:00
En quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.
Colosenses 2.3
El Señor advierte que hay cosas desconocidas para nosotros y otras que nos serán reveladas poco a poco. «Las cosas secretas pertenecen a Jehová, nuestro Dios, pero las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, a fin de que cumplamos todas las palabras de esta Ley.» (Deuteronomio 29.29). La «caja fuerte» del Altísimo es a prueba de todo y contiene todos los tesoros de la sabiduría y el conocimiento.
Puesto que los salvados están en Jesús, pueden pedir acceso a estas riquezas para saber hablar con cualquiera de la realidad espiritual y apropiarse de todo lo que Él ha realizado. De este modo, complacerán el corazón del Padre y del Hijo, que a Su vez morarán en quienes les den amor, teniendo y guardando los mandamientos (S. Juan 14.21). Piense conmigo, ¿para qué el apóstol recibió esta revelación y la puso en las Escrituras? Para que, obedeciendo la Palabra, ¡tengamos éxito en la vida!
Los que carecen de sabiduría no consiguen las bendiciones que les pertenecen por derecho, porque les falta conocimiento sobre lo que deben hacer para que no sean destruidos por el maligno. La Palabra de Dios revela la necesidad de este entendimiento: «Sabiduría ante todo, ¡adquiere sabiduría! Sobre todo lo que posees, ¡adquiere inteligencia!» (Proverbios 4.7). Usted estará listo para recibirla cuando tenga lo principal.
El rey Salomón habló de la sabiduría de forma magistral, comparándola con la excelencia de la luz en contraste con las tinieblas: «He visto que la sabiduría aventaja a la necedad, como la luz a las tinieblas.» (Eclesiastés 2.13). Somos salvados para hacer brillar la luz de Dios en los corazones dominados por las tinieblas del pecado. Si no nos damos cuenta de la importancia de esto, nunca sabremos cómo responder a quienes acuden a nosotros para conocer las bendiciones celestiales.
Salomón recibió esta virtud del Señor para que tuviera éxito en su reinado. De la misma manera la recibirán los salvados. El rey sabio habló más sobre este importante don de Dios: «Porque escudo es la ciencia y escudo es el dinero; pero más ventajosa es la sabiduría, porque da vida a sus poseedores.» (Eclesiastés 7.12). Mostró que, como el dinero, la sabiduría sirve de sombra, pero es más excelente porque a quien la adquiere le cambia la vida para mejor.
En Jesús están los tesoros de la sabiduría; por eso, en la sinagoga de Capernaúm, hacía que todos se maravillaran de sus palabras: «Cuando llegó el sábado, comenzó a enseñar en la sinagoga; y muchos, oyéndolo, se admiraban y preguntaban: —¿De dónde saca éste estas cosas? ¿Y qué sabiduría es ésta que le es dada, y estos milagros que por sus manos son hechos?» (S. Marcos 6.2). Lo mismo puede suceder a los que están en Cristo.
Los tesoros de la ciencia también están escondidos en el Señor; por eso, cuando usamos Su Nombre, vemos que suceden maravillas, hasta el punto de que la gente exclama: «¡No es posible que esto haya sucedido ante nuestros ojos y no hayamos visto nada que demuestre la obra de Dios en este lugar!». Sin duda, el Padre quiere utilizarnos para que las personas que nos rodean caigan llorando ante Su estupendo poder. ¡Busque la excelencia de Jesús!
En Cristo, con amor,
R. R. Soares
La Oración de Hoy
¡Señor, poseedor de todos los tesoros! Mejor que comerciar con piedras preciosas es recibir de Ti la sabiduría. Es esencial adquirirla, pues de ella procede el conocimiento, con el que rechazaremos las mentiras del diablo.
Qué bueno es tener Tu sabiduría, pues es infinitamente más excelente que las tinieblas. Nos sirve de sombra, como el dinero; es muy necesaria, porque da vida a quien la posee.
Te damos gracias por este don celestial, que nos ayuda en nuestro comportamiento. Tu sabiduría se justifica por la forma en que viven Tus hijos. Los que nos ven actuar con sabiduría quedan impactados como los de la sinagoga de Capernaúm que vieron Tus obras maravillosas. ¡Amén!