¿A QUIÉN SE REFIERE DIOS?

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2025-01-25 03:00:00

Hallé a David mi siervo; lo ungí con mi santa unción.


Salmo 89.20

Sin duda, la respuesta a la pregunta del título de este mensaje es Jesús, el Justo que vino al mundo porque no había nadie que pudiera hacer la obra de la salvación. Los seres humanos estaban bajo el pecado, Como está escrito: «No hay justo, ni aun uno. (Romanos 3.10). Este texto menciona también al rey David, que aprendió a servir al Señor con valentía e intrepidez, ¡según el corazón del Padre!

Según el apóstol, la suerte de la humanidad era terrible, porque todos murieron en Adán, y no había una sola persona sin la marca del pecado en su vida. Los que más se acercaban a Dios se parecían al rey Saúl, que desobedeció al Señor y fue presa del espíritu maligno, oliendo a asesino (1 Samuel 19.9-10). Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. (Romanos 3.12). ¡Pobre humanidad!

¿Imagínese lo que podría ocurrir dentro de unos años si los siervos de Dios se modernizan, yendo tras otra carne, como ocurrió en Sodoma y Gomorra? (Judas 1.7). No podemos dejar de orar por los que nos sucederán, para que sean firmes y estén dispuestos a llevar a cabo la obra allí donde Dios les envíe. El apóstol Pablo declaró: Sepulcro abierto es su garganta; con su lengua engañan. Veneno de víboras hay debajo de sus labios. (Romanos 3.13).

Muchos esconden en su interior los pecados más detestables, por eso Pablo hablaba de sus gargantas como de un sepulcro abierto, en el que se puede ver toda la inmundicia de la podredumbre de una vida en pecado. Otros fingen ajustar cuentas con nosotros, mirándonos a los ojos, tratando de mostrar sinceridad, pero nos engañan y creen engañar al Espíritu de Dios, que guía a la Iglesia. ¿Adónde creen que llegarán estas personas?

Lo más triste es que se han convencido a sí mismos de que no tiene sentido intentar cambiar. Desafortunadamente, les encanta actuar en contra de la doctrina bíblica. ¿Por qué hay tales personas que rechazan el don del arrepentimiento? Pues bien, mientras vivan, las personas deben esforzarse por no actuar de forma contraria a lo que Dios ha determinado. Después de la muerte, no habrá arrepentimiento ni cambio de postura. ¡Crea y vuelva a Cristo ahora!

        Todo santo que se haya dejado dominar por el pecado puede volver a comulgar, pero debe hacerlo como enseñó Jesús en la parábola del hijo pródigo. El muchacho recapacitó y decidió volver a su padre, arrepentido y suplicando ser uno de sus siervos, porque no se creía merecedor de ningún favor de su casa. El padre, viendo su sinceridad y deseando recibirlo, lo restituyó como hijo suyo (S. Lucas 15.11-24).

           El Altísimo encontró a David y lo ungió; encontró a Jesús, Su Unigénito, y también lo ungió. David fue un ejemplo que podemos admirar, excepto en el caso de Betsabé (2 Samuel 11). El Creador quiere encontrar a otros de cualquier origen para que anden según Su voluntad y sean ejemplos para todos: Cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él. (Hechos 10.38).

 

        En Cristo, con amor,

 

        R. R. Soares


La Oración de Hoy

¡Dios, que encuentra siervos! Ahora comprendemos por qué nos has encontrado para hacer Tu voluntad. Por medio de Samuel David fue ungido rey en la casa de su padre; Tu Hijo amado fue ungido con el óleo santo para traer nuestra salvación. ¿Y nosotros, Padre?

        ¿Por qué fuimos llamados si no teníamos nada que Te interesara? Viste en nosotros lo que nosotros no veíamos, nos llamaste para hacer Tu obra, algo que nunca imaginamos. Ahora estamos dispuestos a obedecerte. ¡Queremos ser útiles en Tu plan!

         Instrúyenos en la mejor técnica, la celestial. Haz que nuestros sueños mueran para que los Tuyos se hagan realidad. No nos dejes al borde del camino, sino colócanos en lo que ya has preparado para nuestras vidas. Padre, ¡úsanos!