ACTITUDES QUE AYUDAN
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2025-01-07 03:00:00
Déjala, no pases por ella; apártate de ella, pasa de largo.
Proverbios 4.15
Todos los consejos de Dios en la Palabra deben ser aceptados y estudiados con diligencia. El Señor solo habla de temas de gran importancia con Sus hijos. Si acepta estas revelaciones, saldrá victorioso. Pídale que le dé el don de la prudencia, para evitar los problemas que vienen sobre los que no le buscan. El don del Señor, Su consejo y nuestro respeto hacia Él nos convertirán en una bendición indescriptible. ¡Él es bueno!
En el versículo en estudio, el Altísimo habla de los impíos, que no heredarán la vida eterna, ni habrá siquiera un lugar llamado purgatorio donde puedan pagar el precio de sus errores. Ahora bien, una persona puede ser la más perdida de todas, pero si entiende el Evangelio, se apropiará de las promesas de Dios y se salvará en un abrir y cerrar de ojos (Hechos 10.35). No hay nada mejor que las enseñanzas de Dios. Fuera de Su Palabra, nada tiene valor, ¡es puro engaño!
Decir que alguien es infalible es jugar con su suerte, porque la Palabra declara: Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios, (Romanos 3.23). Observe que dice todos; por lo tanto, ni siquiera el líder de una iglesia, por ejemplo, puede creerse infalible; tal vez hasta sea el mayor pecador. Cuando muchos ignoran a propósito la Palabra de Dios, se convierten en los peores ciudadanos. No solo el líder que acepta la mentira será castigado en el Juicio Final, sino también aquellos que la creen.
El primer mandamiento del Cielo es dejar a los impíos, que conocen la Verdad pero se dejan llevar por el mal camino. Se han vendido al diablo, por lo que aceptan y hacen todo lo que les propone, siempre y cuando sea para su propio interés. Si alguien tiene que dar ejemplo, empecemos por nosotros mismos. Nunca mienta sobre usted mismo, ni acepte la idea de que mentir le «ayudará». De hecho, le llevará al lago de fuego y azufre (Apocalipsis 21.8). ¡Cuidado!
El segundo mandamiento es no pasar por los impíos ni buscarlos. Comportándote así, le hará mucho bien a usted mismo y a ellos. Cuando se den cuenta de que han sido abandonados por todos, reflexionarán, buscarán al Señor con sincero arrepentimiento, recibirán el perdón divino y se salvarán. Cuando una persona reconoce que está en pecado, pero no sale de él porque no tiene adónde ir ni nadie que la apoye, ¡se hace indigna de estar al lado del Creador!
Apartarse del peligro es ser prudente. Quien se aleja de los impíos, de los mentirosos, se hace un gran favor a sí mismo y al prójimo. Sin embargo, quien honra a quien se considera infalible hace daño a todos los engañados por esta doctrina diabólica. La Biblia enseña cómo proceder en esta situación: Y oí otra voz del cielo, que decía: «¡Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados ni recibáis parte de sus plagas! (Apocalipsis 18.4).
Si los impíos están en su camino -y, a veces se ponen ahí no por el Señor, sino por sus propias razones-, el mensaje divino no manda salir de donde Dios le ha puesto, sino que se aleje de ellos. Cuando ore, pida su conversión, porque Dios quiere salvarlos (2 Pedro 3.9). Nunca clame fuera de la voluntad de Dios; ¡utilice las afirmaciones de la Biblia para dirigirse al Señor y crea!
En Cristo, con amor,
R. R. Soares
La Oración de Hoy
¡Dios de eterna misericordia! Te damos gracias por los consejos que hemos visto hoy. No tiene sentido alejarnos de Tu Palabra para luchar por la salvación de los impíos si la misión de interceder por ellos no sale de Tu corazón. ¡Jesús no hizo nada sin escucharte!
Ayúdanos a evitar a los impíos, aunque el encuentro con ellos nos traiga prestigio o favor. Tus hijos solo necesitan lo que has prometido en las Escrituras, por eso nos negamos a dar lo que el diablo nos ofrece. ¡Tú eres el Padre celestial, nuestro Proveedor!
Clamamos por los que están en la impiedad. ¡Dales arrepentimiento! Los que son Tuyos no necesitan nada ni a nadie, ¡porque Tú conoces la situación en la que se encuentran y los ayudas!