DERRIBANDO ASEDIOS

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2025-03-15 03:00:00

Me rodean y me asedian; mas en el nombre de Jehová yo las destruiré.


Salmo 118.11

David dijo que las naciones le asedian. Era una confederación de países decididos a borrar el nombre de Israel del mapa. Sin embargo, como conocía a Jehová como su Protector, David simplemente destruyó el asedio. No importa si es una persona, diez o miles las que amenazan su vida; el Todopoderoso le protegerá. Así que vaya a la confrontación con la certeza de la victoria. ¡No hay forma de que el diablo lo venza!

Nuestra lucha es contra los principados, las potestades, los gobernadores de las tinieblas de este mundo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes (Efesios 6.12). Podemos estar seguros de que nada ni nadie nos vencerá, porque estamos autorizados a usar el poder del Señor. Él entrará en acción cuando reprendamos al maligno, ordenando su destrucción. El diablo ya entra en la batalla contra nosotros, sabiendo que será derrotado. Aun así, lo intenta y pierde.

Una vez aniquilado el enemigo, no baje la guardia, porque volverá a atacar. Debemos estar en guardia, para impedir que el Infierno se arme y vuelva a atacarnos. Si flaqueamos, él nos vencerá. La Biblia dice lo que somos en la lucha contra el enemigo de nuestra alma: Antes, en todas las cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. (Romanos 8.37).

Es bueno estar en comunión con el Padre. Sin embargo, si en el momento de la batalla usted se da cuenta de que no está bien con Dios, entre en oración y confiese sus faltas para que sea perdonado. Entonces estará en condiciones de triunfar en la batalla, pues la Palabra dice: Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad (1 S. Juan 1.9). Limpio, perdonado y lleno de fe, ¡tendrá éxito!

David dijo que utilizó el Nombre del Señor para obtener la victoria. Este Nombre libera el poder de lo Alto y cumple lo que Dios ha prometido. Usar el Nombre que está por encima de todo nombre garantiza el éxito de la misión. El salmista fue atacado de nuevo por su adversario, pero en el Nombre del Señor lo venció la primera y la segunda vez. Si el diablo insistiera en enviar a sus secuaces, los destruiría.

El enemigo insiste en venir contra nosotros porque piensa que nos cansaremos de luchar. Pero el Señor Jesús nos enseñó a perseverar en las luchas de la vida. El poder de Dios nunca se cansa de obrar en nuestro favor. Cuando luche, cite una de las declaraciones de la Biblia sobre usted, que habla de su derecho a la bendición. ¡Quien cree y lucha, haciendo mención del Maravilloso Nombre del Hombre de Guerra, sale triunfante!

La segunda vez que fue asediado, el rey de Israel se lanzó con toda su fe, y el resultado fue la destrucción del poder enemigo. La Biblia dice: Si flaqueas en el día de la adversidad, tu fuerza quedará reducida (Proverbios 24.10). Sabiendo su derecho a vivir libre, debe conocer la Verdad revelada en las Escrituras. De esta manera, ¡la fe crecerá en su corazón!

 

        En Cristo, con amor,

 

        R. R. Soares


La Oración de Hoy

¡Dios, nuestra Fuerza! David no solo venció la primera vez que la confederación de naciones fue contra él, sino que la segunda vez la hizo pedazos. No podemos jugar con la Verdad, porque el enemigo nunca dejará de molestarnos. Tenemos que hacer añicos su fuerza. ¡Ayúdanos, Padre!

¡Te agradecemos que luches en nuestro favor! Esto nos da la certeza de que triunfaremos. Por eso necesitamos creer en Ti y usar Tu Nombre para anunciarlo a quienes nos sorprenden con sus ataques.

¿Por qué no derrotamos a aquel que Jesús ya ha vencido? Formamos parte de Tu Cuerpo. Sabemos que nunca pierdes batallas, por eso Te damos la gloria que mereces. Tú eres nuestra Fuerza en todo momento. ¡Gracias, Señor!