DESTINO FINAL: EL FUEGO

COMPARTILHE
2025-05-08 03:00:00
Porque mi rostro he puesto contra esta ciudad para mal y no para bien, dice Jehová; en manos del rey de Babilonia será entregada, y él le prenderá fuego.”
Jeremías 21.10
Dios se sintió sumamente herido por el pueblo de Judá, especialmente por las autoridades que cedieron a la tentación, deshonrando la Palabra. Elegir malos caminos trajo consecuencias para aquella ciudad: el Señor puso Su rostro contra Jerusalén, la ciudad del gran Rey, Jesús. Ellos sabían que Dios había entregado el reino del Norte a Asiria, que destruyó al pueblo una vez liberado del cautiverio. Esto no agrada a Dios.
Muchos que se consideraban salvos se dejaron llevar por la lujuria y luego por el adulterio. Su fin será terrible, como el Señor ha hablado: Pero los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes. (S. Mateo 8.12). Quien juega con el diablo se vuelve su amigo y pasará la eternidad en el tormento eterno. En 1 Corintios 6.10 ¡puede verse una lista de los diez grupos que harán compañía a Satanás!
Los llamados cristianos que viven en el error o apoyan a quienes lo practican deberían prepararse, porque el Juez de la eternidad es serio, incontaminado e invencible. ¿Por qué algunos no perseveran hasta el fin? ¿Consideran que el Todopoderoso es débil y mentiroso? Las Escrituras declaran: No faltó ni una palabra de todas las buenas promesas que Jehová había hecho a la casa de Israel. Todo se cumplió. (Josué 21.45). ¡Ninguna declaración divina fallará en el Juicio Final!
El Señor usó a un apóstol para enmendar este entendimiento, diciendo: ¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo! (Hebreos 10.31). Nadie puede arrebatar a los salvos de las manos de Dios, como dijo Jesús: Mi Padre, que me las dio, mayor que todos es, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. (S. Juan 10.29). Sin embargo, algunos cambian la protección del Dios eterno por la inmoralidad (1 Corintios 6.13).
En los días de Jeremías, había una tremenda perversión entre los profetas y sacerdotes. Ante esto, Dios pronunció un juicio: Y en los profetas de Jerusalén he visto torpezas: cometen adulterios, andan con mentiras y fortalecen las manos de los malos, para que ninguno se convierta de su maldad. Me son todos ellos como Sodoma, y sus moradores como Gomorra. (Jeremías 23.14). Se han igualado con los sodomitas. ¡Misericordia!
El adúltero, o cualquiera que cometa otro pecado, debería personalizar el versículo de este mensaje para ver lo que le ocurrirá si no se arrepiente y vuelve a casa, de donde nunca debía haber salido: Porque mi rostro he puesto contra [usted] para mal y no para bien, dice Jehová; en manos del rey del [Infierno] será entregada, y él le prenderá [con usted] fuego [eterno]. ¡Arrepiéntase ahora!
Zedequías y sus hermanos no se arrepintieron. Como resultado, pasaron 70 años en el cautiverio babilónico, como el Señor había dicho (2 Reyes 25). Lo que Dios dice en Su Palabra se cumplirá y Él no quiere verlo fuera del plan de salvación. Es hora de orar, arrepentirse, confesar sus pecados a Jesús y creer en el perdón divino.
En Cristo, con amor,
R. R. Soares
La Oración de Hoy
¡Dios misericordioso! Clamo por aquellos que han sentido el peso de Tu Palabra para que se vuelvan a Ti, porque no pueden permanecer en las manos del diablo. Clamamos por Tu ayuda y paciencia con esta persona salvada que ha sido desviada por la mentira del enemigo.
¿Por qué caminar hacia la perdición cuando es posible seguir a Tu lado, libre de los males del mundo? Que no haya otro Judas en Tu obra. ¡Así el demonio no se complacerá en acabar con la felicidad de los que llamas!
Padre, vuelve Tu rostro en favor de los que no han sabido guardarse. Un abismo llama a otro, y si caen en él, serán irreconocibles. Ellos llevaban un tiempo caminando Contigo, pero el mundo los atrajo y el demonio los sedujo, apresándolos con la astucia del reino del mal. Señor, ¡salva a estas personas!