EL MEJOR ESTRATEGA

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2024-07-08 03:00:00

Desde los cielos pelearon las estrellas, desde sus órbitas pelearon contra Sísara.


Jueces 5.20

Nadie como el Señor para planificar una batalla con precisión. Él usa a Sus siervos de forma magnífica, dando la victoria a los que no tendrían ninguna posibilidad de ganarla. Puede ser imposible para el hombre, pero no para Dios. En Meguido, lo que se vio fue más allá de la imaginación, algo que solo el Creador podía hacer. Solo podemos apoyarnos en el Altísimo, el Varón de Guerra. Él obra en todos los que creen en Él, haciéndolos actuar como dioses (Salmo 82.6). ¡El Señor es fantástico!

Era de noche y llovía a cántaros. Los cananeos maldecían a la naturaleza y al Todopoderoso porque estaban perdiendo la batalla. No sabían adónde ir, porque la noche parecía eterna y la oscuridad era total. ¿Cómo podían guiarse por las estrellas para que cumplieran lo que habían planeado? De repente, el cielo se despejó y pudieron guiarse por las estrellas, pero cambiaron de rumbo para luchar contra Sísara. Así que los cananeos estaban confundidos.

Se desató el caos entre los soldados de Jabín, que llegaron a ser incalculables. Según el historiador y apologista Josefo, había 300.000 luchando contra 10.000 de Barac. Había barro y los caballos no podían caminar, pero a cada paso que daban los israelitas tenían la sensación de estar pisando aceras que no dejaban resbalar sus pies. Lo contrario ocurrió con los cananeos. Al igual que en el Mar Rojo, ¡todo favoreció al pueblo de Dios!

¡Esto es una señal para nosotros! Cuando luchamos contra las fuerzas de las tinieblas, nuestras determinaciones se realizan. Los demonios son preparados por el demonio para actuar, pero siendo fortalecidos y ayudados por el Altísimo, vemos todo de acuerdo con Su Palabra. Así que no tenga miedo y haga lo que dice el Todopoderoso, aunque parezca poco, porque Él le transformará y le dará la victoria. ¡El Señor está luchando por usted!

Para los que no creen, esto parece ficción; sin embargo, es toda la Verdad para los que sí creen. Ante cualquier situación que parezca anormal en su vida, ore, confiese y crea que Dios está obrando. Aunque todo demuestre lo contrario, el Padre convertirá las olas del mar en un pavimento de cemento para que caminen los nuevos Pedros: Al momento Jesús, extendiendo la mano, lo sostuvo y le dijo: —¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste? (S. Mateo 14.31). ¡Siga a Cristo con su fe!

Recuerde: todo lo que sucedió en Israel es un ejemplo para que no dudemos de Dios, el único y verdadero Señor: Todas estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, que vivimos en estos tiempos finales. Así que el que piensa estar firme, mire que no caiga (1 Corintios 10.11). El Padre celestial quiere vernos triunfar, dándole las alabanzas por lo que hace en favor de Su pueblo. ¡Somos el pueblo particular de Cristo!

Los israelitas que se negaron a servir al Señor en la batalla de las batallas tomaron un camino equivocado. Jabin, aun armado con miles de hombres y 900 carros de hierro, no pudo hacer nada contra diez mil soldados de a pie. De esta manera, el diablo perdió y fue puesto en vergüenza. Mire el examen que muestra el mal que le aflige, agradezca a Dios por la victoria y ¡siga el ejemplo bíblico!

 

        En Cristo, con amor,

 

        R. R. Soares

La Oración de Hoy

¡Dios de la estrategia perfecta! ¿Cómo podría creer algún incrédulo que serían derrotados con ese aparato militar? Tú sabes hacer las cosas correctamente, y hasta la naturaleza Te obedece, actuando de forma impresionante y única. ¡Solo Tú eres verdaderamente el Señor!

Con tales ejemplos bíblicos, ¿cómo no vamos a salir victoriosos si es Tu lucha? Tú eres el mismo en nuestros días, así que no debemos tener miedo de las amenazas del enemigo. Todo lo que diga caerá por tierra cuando comience la batalla. ¡Lucharemos con Tus armas!

Te damos gracias por la revelación y nos apropiamos de cada una de ellas para que Tú recibas la alabanza, el honor y la gloria en todo. Contigo a nuestro lado, saldremos victoriosos de las batallas. Para ello, ¡ayúdanos a permanecer en Tu Palabra, pues es la Verdad!