GRAN PESTE

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2025-05-04 03:00:00
Heriré a los habitantes de esta ciudad; los hombres y las bestias morirán de una gran peste.
Jeremías 21.6
Aquí está la buena y verdadera noticia para la humanidad: todavía hay tiempo para que todos se salven. Después de la segunda venida de Jesús, no habrá más salvación (S. Lucas 13.24-27). Por tanto, es necesario que prediquemos la Palabra a tiempo y fuera de tiempo, para que los que creen en nuestra predicación sean salvos (2 Timoteo 4.2). Este también es el peor momento, porque muchas personas se engañan sobre el futuro, pensando que ser miembro de una buena iglesia les asegurará subir con Cristo al Cielo. La Biblia no dice eso (S. Mateo 7.21-27).
La ira de Dios contra Jerusalén, la ciudad del gran Rey, fue enorme, porque el pueblo desobedeció las reglas divinas. Aquellos que reciben a Jesús como Salvador y Señor tienen sus pecados perdonados, pero algunos desconocen que muchas de sus prácticas están prohibidas en el Libro Sagrado. Si no los abandona, nunca estará en el lado correcto de Cristo e irá al fuego eterno. Usted podrá decir: “No es justo juzgar así”, ¡pero sucederá!
Los que vivían en el reino de Judá solo querían prosperar, disfrutar de las cosas buenas de la vida y de los placeres de la carne, irrespetando la Palabra. La ignorancia de la Biblia no libera a nadie de la culpa del pecado cometido; sin embargo, para que todos conozcan cuáles son las pautas de las Escrituras, es necesario ministrar a los perdidos. La persona que asiste a la iglesia ocasionalmente tampoco podrá poner excusas, diciendo que no es consciente del error.
Los hebreos habían sido sacados de Egipto, donde no tenían ningún valor ni esperanza de que el Señor pudiera protegerlos de la ira del Faraón. Dios los llevó a la Tierra Prometida y les hizo entender la diferencia entre el bien y el mal. Sin embargo, como prosperaron y solo pensaron en la vida mundana, no les importó pecar contra la Palabra. Hoy en día hay quienes dicen que la vida es suya y que pueden hacer con ella lo que quieran. La vida es Jesús, y pecar es negarlo como Señor (S. Juan 14.15).
Fuimos sacados del mundo gobernado por el diablo, pero antes de eso, al igual que los hijos de Israel, no había esperanza de que fuéramos liberados de Satanás y sus demonios. Cristo nos ha hecho libres, y Su amor nos ha hecho hijos de Dios, por eso la Palabra nos exhorta: No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca. (Hebreos 10.25). ¡Medite en esta advertencia y honre al Señor!
El Padre nos amó tanto que envió a Su Único Hijo para liberarnos del cautiverio infernal. Dios puso nuestras rebeliones, nuestros pecados, dolores y enfermedades sobre Jesús (Isaías 53.4-5). Sin embargo, muchos rechazan este hecho, y esto es grave. La Biblia declara: Sino, así como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir, porque escrito está: «Sed santos, porque yo soy santo.» (1 Pedro 1.15-16). ¡Acepte a Jesús y sea salvo ahora!
Aquellos que se desvían del Camino al Cielo encontrarán todo tipo de sufrimiento. La gran peste anunciada en el versículo en estudio es real y simboliza la muerte espiritual: la separación eterna del Creador. Esta plaga eterna será la compañera de aquellos que no nacen de nuevo a una vida con Cristo.
En Cristo, con amor,
R. R. Soares
La Oración de Hoy
¡Señor, Padre eterno! Venimos a Ti para confesar a Cristo como Salvador y Señor de nuestras vidas. Servirte es un placer al que no renunciamos ni queremos pensar en hacerlo. ¡Después de todo, regresar al mundo del pecado sería lo peor que podríamos hacer!
El pueblo de Judá sufrió porque no quisieron inclinarse ante Ti. Tú serías su Dios y los salvarías del mal de Babilonia. Por haberse entregado a la iniquidad, viviendo fuera del permiso bíblico, sufrirían la maldición predicha. ¡Ellos no se cuidaron!
Dios, muchos están orando conmigo ahora, concluyendo que necesitan ser salvos y bendecidos por la obra hecha por Jesús en la cruz del Calvario. Ahora piden Tu favor. ¡Dales perdón y sanación, y actúa contra las fuerzas de las tinieblas!