HASTA TERMINAR TODA LA OBRA

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2025-01-30 03:00:00

David dijo además a su hijo Salomón: «Anímate y esfuérzate, y manos a la obra; no temas ni desmayes, porque Jehová Dios, mi Dios, estará contigo; él no te dejará ni te desamparará, hasta que acabes toda la obra para el servicio de la casa de Jehová.


1 Crónicas 28.20

Desde el momento en que fuimos concebidos, cuando aún estábamos en el vientre de nuestra madre, ya estábamos en contacto con Dios: Tú formaste mis entrañas; me hiciste en el vientre de mi madre. (Salmo 139.13). Él participó en nuestra creación, preparándonos para hacer Su voluntad. Cuando aceptamos a Jesús como nuestro Salvador, dejamos de ser prisioneros de la condena que el pecado de Adán trajo sobre la humanidad. De este modo, pasamos a ser libres y miembros de la familia divina (Romanos 8.1).

La obra redentora de Jesús nos ha liberado de los males de la muerte espiritual causada por el pecado de la primera pareja. Sin embargo, aún nos queda mucho por aprender, como dice la Biblia: Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar ni una de ellas. (Salmo 139.16). ¡Clame por lo que está escrito!

David dijo a Salomón: «Anímate y esfuérzate». Esto ha faltado para que el hombre se realice, porque ya nos han dado todas las herramientas para vencer las luchas que trae el diablo. Medite en la Palabra diariamente y, cuando algo le llame la atención, crea en ello y reivindíquelo para usted, porque ya le pertenece. Empiece leyendo los Salmos y luego continúe con los Evangelios. ¡Así conocerá las bendiciones que le harán triunfar!  

El rey dijo que su hijo tenía que hacer la obra. Sí, eso le convertirá en un ganador. No basta con desear días mejores; tiene que hacer que se produzcan en su vida. Jesús declaró: Todo lo que pidáis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. (S. Juan 14.13). Pedir significa reivindicar del Señor, apropiarse de lo que ha aprendido que es suyo y exigir la salida del mal que le domina y le hace sufrir. ¡Hágalo ya!

Su fe será puesta a prueba por situaciones que insisten en hacerle creer que Dios no le ama; que Sus revelaciones son falsas y que nunca será curado, feliz y próspero. La clave es no temer nunca al diablo ni a sus mentiras, porque lo que Dios ha escrito sobre usted es verdad. Las promesas de Dios y la obra realizada por Jesús en la cruz le pertenecen (Isaías 53.1-11). Nunca tema: ¡Él le dará lo que ha sido determinado! El rey David dijo que el Señor, su Dios, estaría con usted. ¡Él es su Dios!

Al decir que el Señor era su Dios, David demostró que ésta era una de las razones por las que nunca había sido derrotado en la guerra. Terminó diciendo que el Todopoderoso no dejará ni abandonará a los que confían en Él. El Altísimo quiere bendecirle de esta manera. ¡Todo lo que tiene que hacer es creer!

El rey de Israel también explicó que esto se haría hasta que Salomón hubiera terminado toda la obra de la casa del Señor. Hoy, el templo de Dios es su cuerpo, y aún queda mucho por hacer en su favor. Sea firme, seguro, ¡porque ha nacido para ser victorioso!

 

En Cristo, con amor,

 

R. R. Soares


La Oración de Hoy

¡Dios, nuestro Padre! David no le dio a Salomón mejor consejo que el que Tú nos das a través de Tu Palabra. Te damos gracias por cuidar de nosotros desde el principio de nuestro camino, cuando no sabíamos que existías. ¡Eres más de lo que pensamos o podemos imaginar!

Debemos esforzarnos y tener buen ánimo, pero esto solo será posible si contamos con Tu ayuda y Tu amor, para que no temamos ni entremos en pánico ante los embates del enemigo. Tus ángeles nos protegerán de todo mal. ¡Te necesitamos!

Tú eres nuestro Dios y no nos dejarás ni nos abandonarás. Por eso anhelamos conocerte mejor para amarte cada vez más. Por Tu mandato, seremos también Tus hijos amados, hasta que hayamos terminado todo el trabajo de servir a Tu casa. ¡Habita en nosotros!