INSEPARABLES EN CRISTO

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2025-05-12 03:00:00

Él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación.


Efesios 2.14

La paz es la solución a los problemas y amenazas. Por esta razón, la Biblia declara que Jesús es la Garantía de que nada nos quitará nuestra tranquilidad (S. Juan 14.27). El diablo trabaja día y noche para alarmarnos; sin embargo, con la Palabra del Señor en nuestro corazón y sabiendo que el Salvador nunca nos abandonará, podemos rechazar las sugerencias del maligno y orar, porque Aquel que es nuestra Paz es poderoso para darnos la victoria.

Nunca podremos hacer negocios turbios y decir que vivimos delante de Dios. No pierda el tiempo llegando a una conclusión sobre lo que dirá o lo que hará. Ahora, sirviendo a Dios, tendremos a Cristo como nuestro Abogado y Maestro. Debemos recordar que Él estará con nosotros hasta el fin del mundo (S. Mateo 28.18-20). ¡Sigamos firmemente las enseñanzas de la Palabra!

Nunca aceptaremos ser perturbados; después de todo, si Jesús es nuestra Paz, Él nos ayudará a enfrentar nuestras luchas. Iremos a donde tengamos que ir y haremos lo que es correcto y agradable al Señor. Las palabras que el diablo dice acerca de nosotros son falsas y él no detiene el poder de Dios. El Altísimo lo sabe todo y nos enseña a caminar por Su camino, que es único: el de la santidad y la fe (Salmo 24.4-5).

        No importa si nuestra ascendencia es judía o gentil. Cuando escuchamos la Palabra y aceptamos a Jesús, nos convertimos en el pueblo elegido para actuar con rectitud, con las mismas herramientas que Él utilizó. Ahora bien, nosotros somos de Dios, y no hay mayor revelación ni profecía que estas, porque no duran para siempre (1 Corintios 13.8). Por otra parte, Jesús dijo que los que creyeran en Él estarían con Él en el Cielo (S. Juan 1.26; 17.24). ¿Qué más necesitamos? ¡Gracias por semejante gracia!

Antes de que Jesús viniera al mundo, los judíos eran el pueblo de Dios, diferenciándose de los gentiles (los no hebreos). En Su sabiduría, Cristo hizo de los dos pueblos, judíos y gentiles, uno solo, los salvos, que vivirán eternamente a Su lado, gracias a su fe en Él. Donde esté el Maestro, estaremos también nosotros. Solo a través de Su Nombre tenemos acceso al Padre (S. Juan 16.23). En este momento puede gritar y creer que ha sido escuchado. ¡En tan solo unos días verá como el mal es expulsado de su vida!

Las victorias de Israel en el pasado pueden ser alcanzadas de manera sencilla por aquellos que han recibido a Jesús como Salvador y Señor (2 Corintios 2.14). El enemigo obedece nuestra orden dada en el Nombre de Jesús. Dicho con fe, funcionará de la misma manera que los mandamientos de Jesús en Su ministerio en la Tierra. ¡Es como si nos hubiera dado un poder notarial con plenos poderes!

Aquí está la traducción correcta de la obra del Salvador: Él derribó la pared intermedia de separación, cuando nuestras oraciones no siempre fueron respondidas, porque el pecado de Adán impidió que esto sucediera. Sin embargo, esa pared ya no existe, se ha derrumbado. Hoy en día, toda persona salva, si quiere tener éxito, debe determinar la bendición en el Nombre del Señor.

 

En Cristo, con amor,

 

R. R. Soares


La Oración de Hoy

¡Dios, nuestra Paz! Es bueno llamarte por ese Nombre. Cuando lo hagamos, Tus ángeles entrarán en acción y recibiremos el resultado de nuestra acción según Tus enseñanzas. Es gratificante servirte y no volver atrás. ¡Gracias por Tu gracia!

 Ya no actuamos como niños para recibir todo lo que Tú nos das gratuitamente en Tu Nombre. Hoy en día, nuestra posición en Ti es privilegiada y de éxito inigualable. ¡Te amamos y Te servimos con todo nuestro corazón!

La pared ya no existe; ahora, somos descendientes de Abraham, llamados a ser Tus siervos hoy y siempre. Por tanto, utilizamos con fe la autoridad que nos ha sido dada. ¡Estamos agradecidos por las bendiciones alcanzadas en Tu Nombre!