LO QUE NOS JUSTIFICA

COMPARTILHE
2025-04-02 03:00:00
Sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la Ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la Ley, por cuanto por las obras de la Ley nadie será justificado.
Gálatas 2.16
No se olvide que el hombre no es justificado por las obras de la Ley. Nunca permita que le enseñen una mentira. Por mucho que alguien mencione los requisitos de la Ley de Moisés, nadie puede ser absuelto de sus pecados haciendo caridad, obras sociales y orando. Todo esto es bueno, pero debe hacerse de acuerdo con la información del Evangelio - la Buena Nueva de lo que Jesucristo hizo y nos enseñó a practicar (Efesios 2.8).
Somos justificados y agradamos a Dios solo por la fe en Cristo. Enseñar a hacer lo que la Biblia dice que pertenece al pasado, cuando la Ley estaba en vigor, y no las directrices del Señor para hoy, no nos llevará a ninguna parte. Muchos se esfuerzan, creen y no reciben nada, porque abandonan la sencillez de la Verdad y actúan de forma contraria a la recomendada por Jesús. ¡Solo podemos mantenernos en contacto con Dios usando la fe!
Quien entiende las Escrituras y las sigue es amado por el Señor. Nunca deje que el Infierno le mantenga en el error religioso, que es inútil. Cuando volvemos a la Palabra, aprendemos que somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó (Romanos 8.37); entonces somos objetivos del amor de Jesús y del Padre celestial. Esto significa que Él tiene las promesas y las cumple en nosotros y para nosotros (S. Juan 14.21).
Tristemente, vemos a personas que viven alejadas de la Verdad, actuando como si el Señor se hubiera olvidado y recordándole cómo debe proceder. Sin embargo, Dios es quien, en última instancia, nos recuerda lo que quiere hacer en y por nosotros. Él mismo declara: Hazme recordar, entremos juntos a juicio. ¡Habla tú para justificarte! (Isaías 43.26).
Cuando nos acordamos del Señor, en realidad nos acordamos de que tenemos que revindicar las promesas que Él nos ha hecho. Jesús dijo: Todo lo que pidáis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo (S. Juan 14.13). La palabra pedir se traduce mejor como revindicar lo que descubre que le pertenece, apropiándose de ello y exigiendo la salida del mal que le ataca. De este modo, usted triunfará. ¡Sea fuerte!
Tenemos que creer en las palabras de Cristo para que recibamos la fe y determinemos la bendición en nuestra vida. Para que seamos limpios de la culpa de nuestras iniquidades, debemos pedir perdón con convicción. Nadie será justificado por las obras de la Ley, sino por la fe en el Señor. Cuando la fe que habitó en el Salvador en Sus días en la Tierra esté en su corazón, usted se apropiará de la vida abundante que Él ha traído (Hebreos 11.6).
Nadie puede ser justificado si no ha nacido de nuevo (S. Juan 3.3-5). Pero vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios está en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. (Romanos 8.9). ¡Conviértase, y Dios le absolverá!
En Cristo, con amor,
R. R. Soares
La Oración de Hoy
Dios, único Justificador Te damos gracias por perdonarnos y hacernos nacer de nuevo. Ya no estamos bajo las acciones del diablo, porque Tu obra nos ha permitido quedar limpios de nuestra culpa. ¡Tu amor por nosotros es inexplicable!
Danos sabiduría para enseñar a todos la obra de la justificación, explicándoles que, confesando sus transgresiones, serán hechos nuevas criaturas y, por tanto, personas según Tu corazón. Te agradecemos que nos enseñes el camino de la salvación.
Líbranos del engaño de volver a la Ley de Moisés. Ya tenemos la ley de la libertad en Cristo. Haciendo lo que dice, Te agradamos. Queremos caminar siempre a la luz del rostro de Jesús, para que podamos realizar Tu obra con maestría. ¡Nos has dado Tu hermoso amor y gracia!