LOS CONSOLARÉ Y LOS ALEGRARÉ

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2025-03-10 03:00:00

Entonces la virgen danzará alegremente, junto con los jóvenes y los viejos; cambiaré su llanto en gozo, los consolaré y los alegraré de su dolor.


Jeremías 31.13

Regresemos a la Palabra para ver si estamos agradando a Dios. No es bueno ver a los salvos viviendo como si el Señor los hubiera abandonado. En todas partes hay personas que dicen ser salvas, pero actúan fuera del control del Altísimo. Muchas buscan ayuda en los que dicen ser representantes de Dios y escuchan de ellos que deben ser pacientes, ya que reinarán para siempre en el Cielo. Con respuestas como estas ¿podemos decir que el dolor se transformó en alegría?

Las Escrituras registran algo diferente de lo que se escucha en todas partes, porque es Palabra del Cielo, y no de personas que desconocen la responsabilidad de ser representantes del Señor (2 Corintios 5.20). Ahora, si representamos al Creador, necesitamos tener el poder de Jesús; así, el pueblo verá la grandeza del Padre. Muchas cosas deben resolverse ahora, para que no seamos parte del grupo que será ordenado a marchar hacia el lago de fuego y azufre en ese Día (Apocalipsis 21.8).

La Biblia relata que los discípulos del Maestro hicieron las mismas obras que Él hizo durante Su ministerio, antes de Su muerte en el Calvario (S. Juan 14.12). Esto es porque Cristo resucitó, fue llevado al Cielo y, estando sentado a la derecha del Padre, recibió todo poder en el Cielo y en la Tierra. Debemos aceptar lo que dice el Señor como algo que viene de lo Alto para darle al hombre el lugar que Jesús ocupó aquí. ¡Quien cree realiza las mismas obras!

El Todopoderoso habla claramente de nuestro derecho a invocar Su Palabra y hacerla cumplir: No olvidaré mi pacto ni mudaré lo que ha salido de mis labios. (Salmo 89.34). Por tanto, veremos las operaciones del Señor del pasado cumplirse en nuestros días. Los que creen predican de esta manera y ven los resultados que obtuvo el Salvador. ¡Nunca se deje llevar por la falta de fe!

Dios dijo que no nos abandonaría, por eso debemos ser valientes e invocar Su Nombre para que podamos realizar las mismas maravillas que en los días de Cristo en la Tierra. Después de todo, el mismo Salvador declaró que esto sería posible: »De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él también las hará; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre. (S. Juan 14.12). ¡Es tiempo de alegrarnos en el Señor!

Debido a la falta de poder en la iglesia, vemos personas diciendo que ya no buscarán la casa de Dios, porque no lo ven en acción. Sin embargo, donde el poder se manifiesta día a día, no hay suficientes lugares para acoger a tanta gente en busca de la liberación prometida. ¿Qué ocurre? Donde falta poder hay lugares vacíos. ¡Hoy nuestra misión es obedecer la orden de Jesús!

Reinemos ahora, y no solo en la eternidad, porque escrito está: Si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia. (Romanos 5.17).

 

En Cristo, con amor,

 

 R. R. Soares


La Oración de Hoy

¡Dios de la transformación! Con la venida de Jesús nació la Iglesia de la Buena Noticia para cambiar completamente la vida de los perdidos. Hoy ya no hay motivo para vivir tristes, porque Él nos ha dado la verdadera alegría. ¡Somos el pueblo que siempre debe regocijarse!

Las pruebas que sufre la Iglesia están destinadas al bien de los cristianos, para que no abandonen el camino preparado y mostrado en Tus palabras. Somos la Iglesia del éxito de Cristo sobre los poderes del Infierno. ¡La victoria obtenida sobre el reino de la muerte nos garantiza la alegría!

Este es un tiempo especial, cuando tenemos la promesa de que podemos ir al mundo y liberar a los malvados del fuego eterno. No hay nada que temer ni lamentar si estamos obedeciendo a Cristo, quien ha recibido todo poder en el Cielo y en la Tierra. ¡Gracias Padre!