¿QUÉ DECISIÓN TOMAR?

COMPARTILHE
2025-05-07 03:00:00
El que quede en esta ciudad morirá por la espada, el hambre o la peste; pero el que salga y se pase a los caldeos que os tienen sitiados, vivirá, y su vida le será por botín.
Jeremías 21.9
Debemos tomar decisiones sabias en todo momento. De esta manera no estaremos en manos del maligno, que envía sus tentaciones cuando menos las esperamos. La elección de Judá implicaría vivir libre o ir al cautiverio. Si eligiera vivir libre, la gente tendría que esconderse para que no fuera encontrada. Si estuviera en Jerusalén, donde la furia de Babilonia estaba en su apogeo, había una gran posibilidad de que la mataran.
En nuestra vida cotidiana nos enfrentamos a provocaciones o peligros cuando, por ejemplo, un ladrón dice: “El dinero o la vida”. Generalmente armado, él también corre el riesgo de que la persona abordada le dispare con un arma, aunque parezca pacífica, o alguien que esté cerca de ella. Todos los que están a nuestro alrededor pueden resultar heridos. Solo Dios puede ayudar en un momento como este.
Es bueno estar en comunión con Dios, sin ningún pecado. De lo contrario, nos separaremos del Señor y correremos el riesgo de ser víctimas en el momento y en el lugar equivocado. Una de las promesas que debemos guardar en nuestro corazón es ésta: No te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada. (Salmo 91.10) ¡Muchas veces una persona decide irse de donde está y minutos después ocurre una tragedia!
Aquellos que viven en la presencia de Dios deben estar alerta al hacer negocios con cualquier persona, incluso si es conocida por Él y tiene la reputación de ser honesta. Puede ser que, por encontrarse en problemas, pida un “préstamo” para que consiga dinero urgente, si ve una oportunidad. Solo el Señor puede ayudar. Así se expresó Él: Separados de mí nada podéis hacer (S. Juan 15.5c). ¡Dios es fiel!
¡Tenga cuidado! Dependiendo de la situación, es posible que le pidan que salve a alguien que ha caído al agua, pero si no sabe nadar y el agua es profunda, ambos se ahogarán. Imagínese que, durante una reunión, un miembro de la iglesia sufre un derrame cerebral y muere. La familia del difunto pide entonces al pastor que resucite a la persona, pero éste no sabe escuchar al Señor y desesperado obedece a la familia, pero el muerto no regresa. Jesús declara: Separados de mí nada podéis hacer.
Camine con el Señor, siendo justo delante de Él. En una situación similar a la mencionada por el profeta, Dios le ayudará a decidir. Pero si usted se entrega al enemigo el pueblo no se le perdonará. Si se queda en la ciudad podrán matarlo. Pero la salvación de los justos es de Jehová y él es su fortaleza en el tiempo de angustia. Jehová los ayudará y los librará; los libertará de los impíos y los salvará, por cuanto en él esperaron. (Salmo 37.39-40). ¡Dios hace lo que es mejor!
Nunca se involucre en la confusión de los hombres, sino continúe como un siervo sabio, siguiendo fielmente la Palabra. Cuando el Señor dirige nuestros pasos y le obedecemos, no prospera ninguna amenaza ni trampa del diablo contra nosotros. ¡Crea y viva!
En Cristo, con amor,
R. R. Soares
La Oración de Hoy
¡Señor de nuestra liberación! Hay hermanos en Cristo que viven en lugares de riesgo, donde el mal elemento reina y las balas perdidas son constantes. Pero si Te tenemos como Padre, Salvador y Protector, nada malo nos sucederá. ¡Eres nuestro verdadero guardián!
Estamos en Pacto Contigo, en el cual las promesas nos conciernen. Por eso, Tu siervo confiará en que Tú lo protegerás a él y a su familia. Libra a los que Te aman, para que el enemigo no salga victorioso. ¿Por qué Judá se ha alejado tanto de ti?
Dejemos las hipótesis de lado. No tenemos que pensar en ellas, sino creer que somos Tu pueblo, guardado por Ti. Podrán caer a nuestro lado mil, y diez mil a nuestra diestra, pero no llegarán a nosotros. ¡Gracias por Tu garantía y responsabilidad!