QUE NO VUELVA A SUCEDER

COMPARTILHE

2025-04-10 03:00:00

Cuanto más yo los llamaba, tanto más se alejaban de mí. A los baales sacrificaban, y a los ídolos quemaban incienso.


Oseas 11.2

Israel no crecía en la presencia de Dios. Aunque fueron liberados del cautiverio de Egipto, cuando fueron llamados a participar en la fiesta de los demonios, olvidaron el favor que habían recibido del Señor y siguieron a sus corruptores. Muchos de los que se llaman a sí mismos cristianos y están esperando la venida de Jesús para sacarlos de este mundo que ellos llaman malo, se quedarán aquí. ¿Por qué se los dejará? Porque aman al mundo con todo su corazón, ¡pues viven en pecado!

El siervo del Señor que atiende a los llamados de los espíritus malignos estará a merced de las fuerzas del Infierno. Esta persona aún no ha aprendido que debe resolver en la Tierra dónde vivirá eternamente: el Cielo de Jesús o el lago de fuego y azufre preparado para Satanás y sus demonios. Los que no estén preparados para subir con Cristo en Su segunda venida permanecerán en el mundo. Él nunca se llevará a nadie que viva en pecado (1 Tesalonicenses 5.1-3). ¡Cuídese y viva!

La persona que se entrega al pecado desaparece de la vista de Dios. En consecuencia, cualquier obra del diablo puede afectar su vida o convertirla en instrumento del mal. Entonces, después de haberse alejado del Señor, seguirá sintiendo el peso de su error y ya no sabrá qué hacer. Recuerde: la semilla que usted siembra produce una cosecha mayor que ella, porque la tierra devuelve en abundancia. Un solo grano de maíz le dará tres o cuatro espigas y cientos de granos. ¡Utilice esta ley!

No importa en qué tipo de tentación ha caído, si ha consumado el acto o no. El Señor advierte: Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón. (S. Mateo 5.28). Si no puede soportar mirar a alguien sin desearlo, está bajo la dirección del diablo y, por tanto, necesita urgentemente orar, confesar su error a Dios y pedir perdón para que sea liberado. Quien peca sirve al diablo. ¡Libérese de la fuerza maligna que lo ata!

El tema que trata Oseas es muy serio. No solo pecan los jóvenes con las hormonas descontroladas; hay personas maduras con responsabilidades en la vida que se dejan embaucar por el diablo, como hizo Israel. Sacrificar a los demonios lleva a la persona a practicar diversos pecados. El mismo diablo, que le hizo la oferta, le cobrará el costo. Nunca se deje atrapar por los espíritus del Infierno. ¡Dios le ama y quiere liberarle ahora!

¿Cómo puede un hijo de Dios quemar incienso a imágenes esculpidas, entregándose a los engaños que le harán sufrir? Su incienso -la alabanza de sus labios, hablando de las maravillas hechas por el Señor- debe ser quemado solo para Él. Nunca permita que el maligno reine en su vida, solo la gracia divina. Un corazón que ama a Dios es puro y, por tanto, puede adorarle de verdad (Hebreos 13.15).

Israel lo tenía todo para salir victorioso, pero se rindió al enemigo, que tomó el mando del pueblo. Desde entonces, lo que hace o piense es ordenado por Satanás. ¡Cuidado! Si actúa al margen de la Palabra del Señor, su vida será un fracaso. Dios quiere cambiarle para que pueda vivir eternamente. ¡Acéptelo!

 

        En Cristo, con amor,

 

R. R. Soares


La Oración de Hoy

¡Dios de Israel! A menudo actuamos en contra de lo que Tú has planeado para nosotros. Por eso confesamos nuestras iniquidades y Te pedimos ayuda. No vale la pena abandonarte y seguir sufriendo. Como somos Tus hijos, ¡Tú nos proteges!

No queremos prestar atención a los gestos del diablo, porque su deseo es matarnos, robarnos y destruirnos. Hemos elegido la vida con Jesús, abriendo nuestro corazón. ¡Somos Tuyos y anhelamos Tu presencia continuamente!

Necesitamos estar delante de Ti, rechazando cualquier oferta del Infierno. Te quemaremos el verdadero incienso: la alabanza de un corazón puro y santificado por la sangre de Jesús. Acéptanos de nuevo y límpianos de toda inmundicia. ¡Ayúdanos, Padre amado!