SEGÚN LAS RIQUEZAS DE SU GRACIA

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2020-05-22 03:00:00
En él tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia.
Efesios 1.7
El apóstol Pablo empieza este capítulo diciendo que fuimos bendecidos con toda bendición espiritual en Cristo Jesús. Esto nos da la seguridad de que nada nos faltará y, por eso, venceremos las tentaciones que se arrojen contra nosotros. La Palabra de Dios asegura: No os ha sobrevenido ninguna prueba que no sea humana (1 Corintios 10.13), es algo con poco poder y podemos librarnos de ella. ¡Ya tenemos lo necesario hasta el fin de la vida!
Antes de empezar la creación del mundo, Dios previó lo que necesitaríamos. Como Sus hechos son abundantes, porque es grande en todos los sentidos, el Señor nos agració con todas las dádivas. El secreto es no “tirar la toalla”. No importa por qué prueba pase usted, el Altísimo ya le ha dado todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad (2 Pedro 1.3).
El propósito del Creador al hacernos con capacidades que ni conocemos es que seamos la alabanza y la gloria de Su gracia. Esta es Su acción a favor de los perdidos y sufridores, que están en las manos del enemigo, sin saber qué hacer para librarse del mal. Pero todo esto se acabó, porque la gracia derramada en y por medio de Jesús nos liberó del imperio de las tinieblas y nos llevó al Reino de Dios.
Fíjese que, por Su gracia, el Padre nos hizo aceptos en Su Amado Hijo (Efesios 1.6). El verbo usado para escribir esta verdad está en pasado. Esto significa que fuimos salvos de las tentaciones del diablo y que podemos vivir con la cabeza en alto, haciendo la voluntad divina. Para el Altísimo no tenemos defectos, porque Él nos redimió del pecado y de todos los errores. ¡Aleluya!
En el Salvador tenemos la redención eterna y estamos desvinculados del diablo. El enemigo no puede hacer que volvamos a sus malignas garras. Nuestra redención –nuestro perdón– se produjo por la inmaculada sangre de Cristo. ¡Sí! Tenemos la justificación de las ofensas. Nuestro “expediente” está limpio y no contiene ni trazas de reprensión. Por lo tanto, no se entregue nunca más a ningún tipo de pecado; si lo hace, el diablo volverá a ocupar su corazón.
Todo lo que Jesús hizo por nosotros en Su muerte fue según las riquezas de Su gracia, que son inagotables. Pero, entiéndalo bien, Dios las hace sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia (v .9). Por eso, lea las Escrituras, poniéndoles atención y asumiéndolas. De esta forma, usted ocupará su lugar en Cristo. ¡El que no medita en la Biblia ni se dedica a la oración tiene muchas limitaciones!
Después de haber oído la Palabra y de haber recibido a Jesús como Salvador y Señor de su vida, créalo: ya no hay condenación para usted. No acepte nunca la charlatanería del enemigo al afirmar que usted está excluido de las cosas que dice la Biblia. Usted fue salvo según las riquezas de la gracia de Cristo. ¡Aleluya!
En Cristo, con amor,
R. R. Soares
Oración
La Oración de Hoy
¡Oh Señor! Es lindo lo que hiciste a nuestro favor en esta vida y también para la eternidad. Mientras estamos aquí no todo será descubierto, porque nuestra mente no estaría en condiciones de absorberlo todo. ¡Muchas gracias!
Alabamos Tu Nombre, que nos guarda de cualquier tropiezo. Cuando llegue el Día que estemos para siempre en Tu Reino, libres de las opresiones, entenderemos el significado de esta frase: “Tú nos amaste de tal forma...”.
Fuimos elegidos incluso antes de la creación del mundo, por eso somos eternamente Tuyos. Gracias por hacernos ser algo que ni sabemos. Sin duda, Tu plan va más allá de lo que pensamos. ¡Eres fantástico!