TODO MÁS EXCELENTE

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2025-02-15 03:00:00
Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas.
Hebreos 8.6
El ministerio en el Nuevo Pacto es infinitamente más excelente que el de la Ley de Moisés, porque nadie es salvo por ella. La salvación solo fue posible mediante la muerte de Jesús y, antes de Él, solo aquellos que esperaban en Dios la redención eran salvos (S. Lucas 2.25-38). El Nuevo Testamento es la ley de libertad, que las personas pasan a disfrutar cuando escuchan la Palabra del Señor. Una vez que reconozcan que sus pecados fueron sufridos por Jesús y lo aceptan como Su Salvador, ¡son salvos!
La excelencia del ministerio del juramento de Dios hecho a Abraham tiene sus raíces en la esperanza de que los creyentes – que perseveran en buscar sus derechos en Cristo y vivirlos – prontos son salvos y, por tanto, empiezan a producir el fruto del Espíritu Santo (Gálatas 5.22). La excelencia significa que nadie necesita suicidarse para que sus pecados sean purificados; solo debe poner su fe en las Escrituras para ser sanado, liberado y perdonado.
Esta alta excelencia alcanzada por Jesús se transmite automáticamente a los que Le sirven y Le aman de corazón. Dios perdonará y salvará a quien venga a Él por medio de Cristo (Hebreos 7.25). Así, pronto se verán cambios en estas personas, tanto en el comportamiento social como en la fe en el Salvador, a través de las señales que les seguirán por creer (Gálatas 5.16-25). Vivir lejos de la presencia de Dios es un error que no se debe cometer; después de todo, lo que Dios es y posee están a disposición de Sus hijos.
El pacto hecho a través de Moisés era bueno, pero había que cumplirlo en todos sus aspectos. Ahora bien, aquí está la exigencia del Nuevo Pacto: el interesado en recibir las bendiciones divinas debe actuar por fe, para que Dios le conceda lo que descubrió en la Palabra y tomó posesión, invocando el Nombre del Señor. Ahora, Jesús es el Mediador de este mejor Concierto. Él le dijo lo que usted obtendrá cuando ponga su fe en acción, ¡y el diablo no puede manifestarse!
En el Nuevo Pacto es necesario escuchar a Dios. Así, el Espíritu Santo abrirá su entendimiento a lo que dice la Palabra sobre su problema y su derecho a usar el Nombre superior a cualquier otro nombre, creyendo que la bendición es suya. En el mejor Concierto termina la necesidad de sacrificar animales, como ocurría en la Ley Mosaica. Luego, convencidos de haber aprendido la lección, aprópiese de lo que le pertenece en Jesús.
Además de ser mejor, el Nuevo Pacto es confirmado por Cristo en mejores promesas. Por tanto, sabiendo lo que Dios ha hecho a favor del ser humano a través de la sangre de Su Hijo, sea recolector de victorias. La muerte ha sido derrotada y la noche ha pasado. El nuevo día amaneció en el Domingo de la Resurrección, cuando el Salvador emergió del reino de la muerte para convertirse en Señor de los vivos y de los muertos (Romanos 14.9). ¡Aleluya!
Dios no necesita confirmar nada más, excepto en la vida de aquellos que tienen una fe clara y verdadera. La resurrección de Jesús muestra que el diablo ha perdido completamente la batalla y los cristianos son herederos de los dones obtenidos en Su muerte (Romanos 8.17). Es tiempo de hablar del amor del Señor; así, Él confirmará nuestra predicación con señales y prodigios (Hechos 14.3).
En Cristo, con amor,
R. R. Soares
La Oración de Hoy
¡Dios del Nuevo Concierto! La excelencia está en el Nuevo Pacto. Solo tenemos que creer en ello y la obra pronto aparece realizada. ¡Tu Hijo dio una muestra de lo que sucedería después de Su muerte, fue al Infierno y derrotó al diablo y sus males!
Entonces entró en vigor el Nuevo Pacto. Hecho con la sangre de Tu Unigénito, nada más podría atacarnos y derrotarnos. Hoy somos millones de cristianos, que somos la flor y nata del Ministerio del Juramento. Cumpliste Tu promesa. Padre, ¡eres increíble!
Ahora, solo hay una sonrisa en nuestro rostro; sin tristeza ni incertidumbre. Cristo venció la muerte, derribó los muros del reino de las tinieblas y nos dio fe y amor, demostrando que podemos disfrutar de vida abundante, ¡pero depende de nosotros!